Los vecinos de la barriada Guadalquivir, de Coria del Río, han mostrado su agradecimiento por la implicación del Seprona de la Guardia Civil, así como de la Fiscalía de Medio Ambiente y de la jueza titular del juzgado número 3 de Coria en la investigación del origen de los gases tóxicos que, a través del alcantarillado, han estado llegando a sus calles y viviendas durante años. La investigación ha supuesto ya la realización de varios informes de toxicología, mediciones e inspecciones y, el martes, se produjeron tres detenciones de varios responsables de la gasolinera de la calle Batán, por una supuesta fuga de hidrocarburos en uno de sus depósitos.
Así lo ha trasladado Rogelia Gómez Fernández, una de las afectadas y portavoces del colectivo, que alaba la "sensibilidad" con la situación de los residentes que han mostrado. Está convencida de que si se esclarece lo que ha venido ocurriendo en la zona será gracias a esta investigación.
Por otro lado, asegura que a pesar de las medidas que han tomado Emasesa y Aljarafesa de acuerdo con el Ayuntamiento, para que los gases procedentes de esos suelos contaminados no circulen por las tuberías y colectores ni lleguen a las viviendas, sigue ocurriendo.
Asimismo, explica que los vecinos continúan con los síntomas, persistentes, de dolores de cabeza, taquicardias y malestar general, que se relacionan con los compuestos químicos que han inhalado. "El confinamiento ha sido muy duro", reitera Rogelia Gómez, quien apunta que todo el que ha podido se trasladó a otros sitios a pasarlo.
Por su parte, el Ayuntamiento de Coria ha eludido pronunciarse sobre la operación de la Guardia Civil, de la que no estaba al tanto, hasta que no tenga los detalles del juzgado y de la investigación de primera mano.
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