Andalucía podrá salir a los mercados a financiarse a partir de octubre como consecuencia del acuerdo alcanzado ayer en el Consejo de Política Fiscal y Financiera. Los 537 millones del IVA de 2017 generaron una deuda que habría impedido esta posibilidad, pero la decisión del Ministerio de Hacienda de obviar el déficit provocado por la ausencia de esta cantidad garantiza al Gobierno de Juanma Moreno que podrá volver a emitir bonos en el extranjero tras el impasse de 2020.

El consejero de Hacienda, Juan Bravo, está convencido que, sin contar el desequilibrio del IVA, el déficit andaluz no superará los 160 millones, es decir, el 0,1% del PIB autonómico. Una vez que se confirme este dato, se abrirán las puertas de los mercados para Andalucía. Para ello tendrá que esperar a octubre, cuando se establece el déficit del año anterior, a pesar de que el dato provisional se conocerá en marzo.

El pacto alcanzado ayer por el Gobierno y las regiones –con el rechazo de Andalucía– permitirá a las comunidades que se acojan a los mecanismos de financiación, queden asignados al Fondo de Facilidad Financiera. Eso permite compaginar el acceso a financiación del Estado, pero también a la búsqueda de liquidez en los mercados. Esto ahora mismo es imposible.

Más allá de los roces habituales, no hubo grandes alharacas entre la Junta y el Gobierno hasta el pasado otoño. Entonces se supo que Andalucía había incumplido el déficit de 2018, es decir, el último año de gestión socialista. Una de las principales consecuencias de aquel incumplimiento fue la imposibilidad de buscar financiación en los mercados internacionales.

Aquel incumplimiento se produjo en el último año de María Jesús Montero como consejera andaluza, si bien desde Hacienda recuerdan que, cuando ella dejó el cargo camino del Gobierno de Pedro Sánchez, Andalucía no incumplía el objetivo de déficit del 0,4% del PIB. Tampoco se rebasaba esa cifra al final de año, tras seis meses de gestión de Antonio Ramírez de Arellano, pero la sentencia del Metro descompuso las cuentas de la Administración socialista.

Cuando se hizo la corrección, eran PP y Cs quienes gobernaban, lo que generó una dura campaña del Gobierno andaluz –con Elías Bendodo a la cabeza–, que acusó al Ejecutivo central de “intervenir” a Andalucía. Bravo incluyó en las cuentas de 2020 el ingreso de 1.930 millones de euros de deuda procedente de los mercados.Según el titular de Hacienda, había mucho interés entre los inversores, sobre todo de deuda a largo plazo. Finalmente, tuvo que adherirse al FLA para manejar una liquidez que superaba los 5.000 millones