incendio en málaga La mayor catástrofe ambiental en décadas

Arden 5.000 hectáreas en un desastre ambiental histórico

  • El Infoca da una primera cifra provisional de la superficie arrasada en el incendio que quedó estabilizado ayer por la tarde y en el que aún trabajan decenas de efectivos · Ha permanecido activo casi 48 horas

Los peores pronósticos quedaron confirmados ayer cuando se dio a conocer la primera cifra del que ya se puede considerar uno de los incendios forestales más trágicos ocurridos en la historia de la provincia de Málaga. Más de 5.000 hectáreas forestales, sin incluir aún las agrícolas y urbanas que también resultaron afectadas y sin que el dispositivo del Infoca haya podido completar aún la medición total del perímetro, fueron arrasadas por este fuego de consecuencias catastróficas que causó el terror en seis términos municipales y que permaneció activo durante casi 48 horas.

Es un número escalofriante que, fuentes del Infoca, ya advirtieron ayer a este periódico que será aún mayor cuando se termine de hacer hoy el recuento definitivo y que confirmarán la tragedia que ha supuesto un fuego de dimensiones sin precedentes, no sólo por la extensa superficie afectada, sino por los miles de desalojados, los cuantiosos daños materiales y la víctima mortal que ha dejado a su paso.

La fatalidad y, con casi total seguridad, la intencionalidad confluyeron el jueves por la tarde para que este enorme incendio se propagara sin control en pocas horas ante la frustración de las más de mil personas que han trabajado en su extinción. Más de 37 grados de temperatura, rachas de viento de terral por encima de los 30 kilómetros por hora, una humedad imperceptible y la hora en la que se originó el fuego que dejaba a los medios aéreos escasamente dos horas de sol para atajarlo hicieron que se diera el peor de los escenarios. Tales eran las condiciones meteorológicas esa fatídica noche que, señalaron las mismas fuentes, hubo pavesas -restos incandescentes derivados del fuego- que recorrieron una distancia de más de 15 kilómetros empujados por el fuerte viento. A eso se sumó un fenómeno muy poco usual, conocido por los expertos como bolas o tormentas de fuego, que desplazó material vegetal en llamas en forma de remolinos a mucha distancia y con una gran rapidez "provocando un nuevo foco allí donde caían".

Pero además de las nefastas condiciones del tiempo, las sospechas apuntan también a la ayuda del hombre en esta propagación desmesurada y que la brigada de investigación y la Guardia Civil ya investigan. La totalidad del incendio no se declaró como estabilizado hasta las 17:00 de ayer, casi dos días después de que se originara en el paraje de Barranco Blanco de Coín, porque a última hora del viernes se registraron columnas de humo en una zona comprendida entre Monda y Coín que obligaron a centrar allí los efectivos, una vez que el resto del perímetro hubiera quedado contenido por la tarde.

Los 430 efectivos del Infoca, la Unidad Militar de Emergencias (UME) y los bomberos que estuvieron trabajando durante toda la madrugada del sábado lograron evitar que el único frente que permanecía activo no siguiera avanzando. Y lo consiguieron, a pesar de que lo hicieron en unas condiciones muy complicadas debido a la falta de luz y a la orografía del terreno donde el incendio se hizo fuerte a última hora de la noche anterior. Con la primera luz del día pudieron incorporarse a las labores de extinción ocho medios aéreos que terminaron por controlar desde el aire el avance del devastador fuego. Los efectivos del dispositivo también tuvieron que atender otros puntos calientes que surgieron a lo largo de la mañana en varias zonas del perímetro calcinado por el incendio. El que hizo saltar de nuevo todas las alarmas fue la lengua de fuego que surgió de nuevo en la zona entre Ojén y Monda, y que el día anterior había mantenido en jaque a todo el dispositivo hasta que el viernes a última hora de la noche pudo darse por estabilizado.

El control de este frente permitió, según explicaron fuentes del propio Infoca, que el incendio no llegara a afectar al parque natural de la Sierra de las Nieves como llegó a temerse ni tampoco al rico bosque de castaños y alcornoques del paraje conocido como El Juanar, aunque sí llegó a Sierra Blanca considerada de enorme valor ecológico. Los medios desplegados en la zona tuvieron ayer por primera vez como aliado al viento de levante que sopló suave e hizo que las llamas que aún continuaban activas redujeran considerablemente su altura, lo que permitió poder hacerles frente con mayor facilidad desde tierra.

La evolución del fuego era favorable y sobre las 10:00, tras la reunión de coordinación mantenida en el puesto de mando avanzado que continúa en el hospital Costa del Sol de Marbella, se decidió abrir la carretera A-355, que conecta las localidades de Marbella y Ojén y que permanecía cortada entre los kilómetros 25 y 35 desde el día anterior a consecuencia del gran fuego, por lo que los vecinos de Ojén que aún permanecían desalojados pudieron regresar a sus casas. Casi tres horas después, el nivel 2 de emergencia que había permanecido activo desde que en la medianoche del jueves el fuego se diera por descontrolado bajó al 1, lo que supuso la retirada de la zona de los 270 efectivos de la UME y de los 50 del Consorcio Provincial de Bomberos que habían estado trabajando de forma incansable desde que se originó.

Las labores de extinción continuaron entonces pero con los medios propios del Infoca, que mantuvo desplegados en la zona realizando tareas de liquidación y remate a más de 190 especialistas de extinción y siete vehículos autobomba, además de las unidades especiales de meteorología y transmisiones y la de análisis y seguimiento de incendios forestales. Asimismo, por aire llegaron a movilizarse hasta un total de 18 medios aéreos, que estuvieron realizando descargas por los diferentes puntos del enorme perímetro del incendio.

También seguirán trabajando hoy y la idea es que lo hagan hasta que el fuego se dé completamente por extinguido, una tarea que podría durar aún varios días. Será entonces momento de evaluar con exactitud los daños que ha dejado tras de si este infernal incendio. Todavía es pronto, pero los destrozos ambientales ya se consideran irreparables en muchos casos por la riqueza de los espacios naturales que se han visto afectados, si bien fuentes de la Junta insistieron en que "hay zonas que se pueden recuperar porque hay árboles cuya copa no se ha quemado".

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