Andalucía

Blanco compromete más de 3.100 millones de inversión pública en Andalucía

  • El ministro de Fomento defiende la subida de impuestos para mantener el Estado del Bienestar e insta a tener "coraje" para plantear otras alternativas · Pide un esfuerzo compartido a los empresarios en la financiación de las infraestructuras

La inversión del Estado para infraestructuras no descenderá en 2010, es más, aumentará hasta elevarse como la mayor partida que recibe de este departamento una comunidad autónoma "en la historia de España". Así lo anunció ayer José Blanco, ministro de Fomento, en el Foro Joly organizado por este grupo empresarial y patrocinado por la empresa Azvi.

Blanco destacó la "ambición y sensibilidad" del Gobierno a la hora de confeccionar unos presupuestos "austeros y justos" en época de crisis y vino a anunciar que su departamento invertirá en Andalucía más de 3.100 millones de euros en infraestructuras, lo que la convierte en "la primera comunidad en volumen de inversión". El ministro anotó otros proyectos importantes y añadió la apuesta por el transporte ferroviario, en concreto del transporte de mercancías. Blanco citó el corredor ferroviario Algeciras-Madrid-París, Madrid-Antequera o el corredor Mediterráneo, sobre el que Blanco espera que durante la presidencia española de la UE sea contemplado como red prioritaria.

Blanco destacó la apuesta de Andalucía por las energías renovables y la puso como ejemplo para conseguir el cambio de modelo económico que necesita España, una "urgencia nacional", calificó.

La subida impositiva acaparó el mayor interés en el turno de preguntas al ministro. "Puede haber muchos gobernantes que suban los impuestos, pero pocos lo dicen tan claro como nosotros", dijo Blanco anteriormente en su intervención. "Yo defiendo que hay que subir los impuestos si queremos mantener el Estado del Bienestar", respondió Blanco preguntado por esta cuestión. En su conferencia ya había aludido a las decisiones "difíciles" que el Gobierno tomó ante la crisis financiera, en la que "se podrá decir de todo, pero no que el Gobierno no ha actuado con determinación" y enmarcó este plan en la necesidad de mantener la política social y las ayudas a los desempleados. "Ningún cálculo electoral es excusa para dejar abandonadas a las personas a su suerte", insistió.

Por eso Blanco planteó el debate en la disyuntiva de "si hay que recortar la protección social o no, mantener la inversión en I+D+i, las infraestructuras, o recortarlas". El ministro denostó el oportunismo de la oposición, y hasta en otras cuatro ocasiones, invitó a que se presenten alternativas económicas, con el "coraje para decir de dónde y cómo recortamos". En el mismo lado que el Gobierno puso Blanco al gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, al menos en lo que se refiere a la subida del IVA. Tampoco las comunidades o los ayuntamientos pueden estar en desacuerdo porque, en virtud del reformado sistema de financiación, las autonomías recibirán el 50% de este impuesto, sumó.

Blanco restó importancia al "ajuste fiscal" ya que se compensa con los precios, más bajos que cuando el Ejecutivo tomó otras decisiones para incentivar el consumo como la deducción de 400 euros en el IRPF, "cuando había unos precios disparatados y las hipotecas estaban imposibles". Esta subida impositiva, a partir de mediados de julio de 2010, permitirá una recaudación de 10.000 millones en las arcas del Estado, según la previsión del Gobierno.

Blanco también se dirigió a los empresarios, presente el vicepresidente de la Confederación Españolas de Organizaciones Empresariales (CEOE) y presidente de la patronal andaluza, Santiago Herrero. "No se puede decir en despachos privados que el Gobierno tiene que incentivar los estímulos fiscales y luego decir que hay que recortar el gasto público". Blanco defendió que el Gobierno activase estímulos fiscales, aún incrementando el endeudamiento, "para que nuestro sistema financiero no hiciera un crack de una dimensión incalculable". "Nos hemos endeudado para salvar la situación económica de las empresas y las familias", anotó.

El ministro lanzó otra crítica. No se puede plantear el abaratamiento del despido de los trabajadores cuando los propios empresarios reclaman en su cese la totalidad de sus indemnizaciones, muy superiores.

Minutos antes Blanco, ante la asistencia de un nutrido grupo de empresarios, instó a la patronal a ocupar su parte de responsabilidad y trabajar "codo con codo". Blanco tendió la mano del Gobierno para hacer un "esfuerzo compartido, en el que el Ministerio está dispuesto a asumir riesgos".

El ministro imaginó un escenario en el que "caminar de la mano" y consensuar planes para la construcción de grandes infraestructuras. "Debemos encontrar fórmulas (como la colaboración público-privada) que hagan compatible las políticas de estabilidad presupuestaria con el necesario mantenimiento de la inversión pública", apuntó.

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