Mientras desde la Junta de Andalucía se intenta moderar el debate sobre la futura financiación autonómica para buscar lo que su presidente, Manuel Chaves, llama puntos en común, el Partido Socialista de Cataluña (PSC) insiste en remarcar, precisamente, los asuntos que causan mayor divergencia. El primero, el de la bilateralidad; es decir, que la Generalitat negociará por su cuenta con el Gobierno central al entender que su Estatuto le ampara. El portavoz del PSC, Miquel Iceta, aseguró ayer que el presidente catalán, José Montilla, no piensa negociar el nuevo sistema de financiación en la Moncloa en la reunión que el próximo miércoles ha convocado José Luis Rodríguez Zapatero con los presidentes autonómicos del PSOE. "Que nadie tenga miedo, que no hay más reuniones que las fijadas por las instituciones que marca el 'Estatut", subrayó Iceta, que recordó que la negociación oficial se iniciará el próximo 28 de mayo, en la Comisión Mixta de Asuntos Económicos y Fiscales Estado-Generalitat, y no en la reunión previa de hoy de la Comisión de Política Fiscal y Financiera, en la que participan todas las comunidades autónomas.

Esta tarde se reúne el ministro de Economía, Pedro Solbes, con los representantes de Hacienda de las comunidades autónomas, entre éstas, claro está, Cataluña y Andalucía. Fuentes de la Junta explicaron que esta reunión no abordará directamente el nuevo sistema de financiación autonómico, aunque niegan que el acuerdo final vaya a ser negociado con Cataluña por un lado y, de otro, con el resto de las comunidades. Es más, la propuesta que la Junta propone "es válida para todo el país porque nadie puede tener un sistema de financiación aparte". Una fuente de la Consejería de Economía de la Junta explicó a este medio que la filosofía es que el reparto de los fondos tenga a la población real como criterio básico y que se cree un "fondo de convergencia o similar" para que ninguna comunidad se quede atrás. Es por ello por lo que insisten en que el modelo andaluz es válido para todo el país. La idea de la convergencia fue propuesta por la Consejería de Economía en el año 2006, basándose en el mismo tipo de política regional que se ha venido aplicando en la Unión Europea. La Junta, en cualquier caso, no admitirá una disminución de la "nivelación" entre las comunidades. "Es de convergencia, no de solidaridad", insistió ayer esta misma fuente. La Junta sí está de acuerdo con aumentar la corresponsabilidad fiscal, esto es que aumente el porcentaje de IVA e IRPF que reciben las comunidades, que ahora es del 35%.

Pese a estos mensajes a la calma, la Generalitat insiste en que las reuniones como las de hoy no son para Cataluña. Incluso, Miquel Iceta transmitió en la rueda de prensa de ayer cierto triunfalismo al mantener que "ya nadie habla de aplazar" la negociación, en referencia al intento promovido por Felipe González de demorar el nuevo sistema de financiación autonómica al final de la crisis. Iceta sí fue más cuidadoso con la reunión que Rodríguez Zapatero ha convocado con los presidentes de las comunidades gobernadas por los socialistas: "Ésta es una reunión importante, pero no es una reunión para negociar"

No obstante, los socialistas catalanes creen que la reunión convocada por Zapatero es un buen lugar para defender la propuesta catalana de financiación, "para que sea conocida en todos sus extremos, intentando desvanecer prejuicios y tender puentes", ha dicho Iceta. Zapatero y la ministra de Administraciones Públicas, Elena Salgado, participarán en una cena con los presidentes socialistas, los llamados barones. "Ésta será la primera importante", se explicó ayer desde la Consejería de Economía y Hacienda. De hecho, en el orden del día de la reunión de hoy no viene recogido ningún punto relacionado con el nuevo sistema de financiación.