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Andalucía

La Comisión de Doñana reclama más medios para evitar catástrofes

  • El Consejo de Participación de la reserva de la biosfera constata las casi nulas consecuencias del vertido del petrolero 'SFC Causcaus' de Cepsa en Huelva

La Comisión Permanente del Consejo de Participación de Doñana constató ayer en su reunión de La Puebla del Río las graves amenazas que soporta la Reserva de la Biosfera debido al intenso trasiego de petroleros por los bordes marítimos del territorio. Los representantes ecologistas en el Consejo de Participación creen que los planes de emergencia y las medidas disponibles en la actualidad para hacer frente a una catástrofe medioambiental en las costas de Huelva en general y Doñana en particular no funcionan, son "inadecuadas y escasas". La Comisión reclama más medios para prevenir males mayores.

El vertido ocurrido el pasado 30 de julio ha puesto sobre aviso a para las administraciones, agricultores, hoteleros, pescadores, ecologistas y las direcciones del Parque y la Estación Biológica. La coincidencia es total. Es necesario aumentar la coordinación y prevención porque hay muchos intereses en juego, desde los meramente económicos y turísticos hasta los conservacionistas y de imagen internacional de una Reserva mirada con lupa por la UE que pronto tendrá que revalidar sus diplomas de calidad ante foros muy sensibles medioambientalmente hablando.

Sin embargo, el director del Espacio Natural, Juan Carlos Rubio, recordó que el impacto del vertido de cinco toneladas de denso chapapote "ha sido casi nulo" . Según Rubio, los planes de contingencia del Estado, la Junta y en este caso la empresa Cepsa "han funcionado" incluso coordinando actuaciones con agentes externos como cooperativistas de la zona y asociación de coquineros para minimizar los daños. De todas formas, Rubio reconoció que el tipo de chapapote, las corrientes y las mareas "han jugado a favor". El director del Espacio asegura que se "sigue trabajando en establecer planes más concretos de emergencia que den respuesta a este tipo de accidentes".

Los informes presentados en el transcurso del encuentro por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía y la Estación Biológica de Doñana avalan la versión de "una afección mínima" en la que, según Rubio, no se han visto dañados ni los fondos marinos ni la avifauna, aunque anunció que se observarña la evolución.

Las palabras de Rubio no encontraron eco ni en WWF ni en Ecologistas en Acción. Juanjo Carmona, portavoz del Fondo de la Naturaleza, advirtió que el incidente "ha evidenciado la escasez de recursos y la deficiencia de los planes con los que cuenta la Junta para hacer frente a un vertido y a sus más consecuencias".

Juan Romero, portavoz de Ecologistas en Acción, se preguntó cómo un vertido tan escaso en cantidad, casi cinco toneladas de chapapote de las que se han recogido 4,8, pudo acabar llegando al Parque Nacional de Doñana y regando de lo que ahora llaman galletas unos treinta kilómetros de litoral. Tanto Carmona como Romero creen que si el vertido hubiera sido de más envergadura estaríamos hablando sin duda de una catástrofe medioambiental.

Carmona apuntó que en el informe de la Junta se reconoce que "es necesario mejorar los planes de protección", además de realizar más estudios que revaloricen la costa de Doñana, la gran olvidada en estos casos, un lugar con una riqueza en avifauna incalculable.

Las organizaciones ecologistas subrayan que "no se trata sólo de una cuestión de conservación sino también de repercusiones económicas muy graves y de imagen". Carmona asegura que "si hubiera llegado a Matalascañas, la imagen de los bañistas quitándose petróleo de encima hubiera sido imposible de borrar de la opinión pública en muchos años".

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