Tres días después de que el incendio más grave de la historia de la provincia de Málaga se iniciara tras arrasar 8.225 hectáreas entre zona forestal y urbana, Manuel Marmolejo, gerente del Consejo Provincial de Bomberos, hace balance de lo que ha sido esta catástrofe tras estar en primera línea durante el transcurso de todos los acontecimientos.

-¿Cómo ha vivido la tragedia?

-La verdad es que ha sido una experiencia muy impactante. Nunca habíamos vivido un incendio forestal de estas magnitudes. Además, se trata de un incendio de interfases, en el que no sólo sale afectada la zona forestal, sino también la urbana. Los compañeros comentábamos la rapidez con la que el fuego iba avanzando. Había algún factor más que no controlábamos.

-Se trata de uno de los peores incendios de la historia de la provincia.

-Sin duda. Podrían llegar a un total de 7.000 u 8.000 hectáreas calcinadas sin problema [la entrevista se hizo antes de que el Infoca hiciera el balance]. Este incendio ha sido enorme y el fuego ha hecho un daño terrible sobre la zona.

-¿A diferencia de otros incendios, por ejemplo el que tuvo lugar en Mijas en 2001, ¿han mejorado los medios con los que cuenta el CPB?

-El de Mijas fue también muy importante pero en una zona de núcleo urbano. Ahora hay muchos más medios. Andalucía es una comunidad en la que se producen muchos incendios y el Infoca y la Junta de Andalucía disponen de equipos muy preparados que combinan con campañas de prevención muy insignificantes.

-¿Qué circunstancias hicieron que el incendio se propagase tan rápido?

-Lo cierto es que el día que se originó el Infoca manejaba informes que avisaban de hasta un 98% de posibilidades de incendio. La alta temperatura, el viento a más de 30 kilómetros por hora y la humedad, que se situaba por debajo del 30%, alimentaron el foco.

-¿Dan por hecho que ha sido intencionado?

-Totalmente.

-Da la sensación de que la coordinación entre todos los cuerpos que han participado en las labores de extinción ha sido total.

-Desde luego que sí. Hemos aprendido mucho de otros incendios anteriores. A día de hoy disponemos de muchos más medios, estamos mejor preparados y sobre todo, contamos con una mejor coordinación. Las relaciones con el Infoca, Policía Local, Policía Nacional y Guardia Civil han sido magníficas y eso facilita mucho las tareas. En materia de coordinación hemos avanzado muchísimo.

-¿Han sentido el apoyo de los ciudadanos y de los afectados?

-Es verdad que la gente nos está apoyando al máximo. El hecho de ver a tu gente trabajar, montar un operativo tan grande y saber que las cosas se están haciendo bien gratifica mucho y nos hace estar satisfechos por haber impedido que todo fuese aún peor.

-¿Cómo trascendió la situación entre los afectados?

-La situación era tensa y había mucho pánico, pero al ver la coordinación entre bomberos, Guardia Civil, Policía Local y Policía Nacional, la gente se tranquilizaban un poco. Hubo unas cuantas ocasiones en las que la Guardia Civil estaba sacando a gente a escasos 200 metros del fuego. Fue algo increíble. Un trabajo fantástico.

-¿Qué medidas hay que poner en marcha para que un desastre como este no vuelva a producirse?

-Creo que la prevención es fundamental. Deberían endurecer bastante más las penas contra los pirómanos y poner en marcha más campañas de prevención, sobre todo, en los núcleos urbanos. Al final si quieren provocar un incendio, lo van a provocar y nuestro deber es que tenemos que estar ahí y debemos actuar siempre de la forma más rápida posible ante diferentes circunstancias.