El anuncio del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) de "acciones sorpresas" en Málaga finalmente se cumplió ayer. Rodeados de un importante despliegue policial, simpatizantes de esta organización iniciaron su marcha obrera comandada por el secretario general del colectivo, Diego Cañamero, y a la que con posterioridad se sumó el parlamentario de IU Juan Manuel Sánchez Gordillo. La protesta culminó a mediodía en el centro de la capital, donde ocuparon una sucursal bancaria de Banesto y que provocó la actuación policial que se saldó con doce detenidos -once por resistencia y uno por agredir a un agente-, y que fueron puestos en libertad poco después.

Hacia las 10:00, los simpatizantes del SAT comenzaron el recorrido desde la venta de Los Montes, custodiados por la Guardia Civil. Al menos una decena de furgones y medio centenar de policías controlaban a los manifestantes, que según estimaciones de los convocantes, eran unas 400 personas. El dispositivo de seguridad fue desproporcionado y caldeó el ánimo de ciudadanos y manifestantes. Mientras los jornaleros se dirigían a la plaza de la Constitución, donde estaba prevista que finalizara la protesta, una docena de simpatizantes del movimiento se desmarcó del itinerario y decidieron ocupar una entidad bancaria ubicada en la Alameda Principal, donde permanecieron una hora. Tras los reiterados avisos de la Policía durante 45 minutos, esta acabó actuando para desalojar la sucursal.

Cañamero aseguró que fue "espectacular el recibimiento en la calle" en Málaga y anunció para hoy lo mismo en Sevilla, que es "la (marcha) más fuerte de todas, porque se va a pasar por pueblos donde el SAT tiene mucha fuerza".