La Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP) aborda hoy la asamblea para su renovación sin tener claro bajo qué siglas políticas estará. La pelea entre PSOE y PP, lejos de apaciguarse, continuó ayer en las horas previas a su celebración. Ambos partidos insisten en querer para sí la presidencia: los primeros por considerar que son quienes gobiernan en más municipios, y los segundos por haber sido quienes ganaron las pasadas elecciones municipales y tener bajo su control un mayor volumen de población. El problema radica en que ninguno ostenta la mayoría suficiente para hacerse con el gobierno de este órgano de alcaldes y necesitarían del apoyo de PA e IU. Pero en este último caso, no parece que vaya a inclinarse por uno u otro bando, ya que aboga por un pacto a la griega: que haya un gobierno compartido, un programa consensuado y que la presidencia sea rotatoria en estos cuatro años -aunque hay cuatro alcaldes que ya han delegado su voto a favor del PP-.

Los populares también están por un gobierno "compartido", pero en el que la presidencia sea para ellos por su condición de ganadores -gobiernan las ocho capitales, buena parte de las grandes y medianas ciudades y cinco diputaciones-. Al PSOE le dejarían una vicepresidencia primera, y la segunda y la tercera serían para IU y PA. Los socialistas no aceptan. Consideran "irrenunciable" estar en el puente de mando de la FAMP, eso sí, como capitán, algo para lo que parece que hay un principio de acuerdo con el PA, aunque su apoyo sigue siendo insuficiente y necesitaría de IU, de cuya posición recela.

Con estos mimbres, y salvo un acuerdo en el último minuto que parece difícil -el secretario general del PP, Antonio Sanz, y la secretaria de Organización del PSOE, Susana Díaz, intentaron en vano desbloquearlo tras la sesión plenaria de este jueves en el Parlamento-, todo indica que hoy se pondrán sobre la mesa tres nombres para presidir la institución. De estos, la única incógnita despejada es el socialista Francisco Toscano, alcalde de Dos Hermanas, que se presentaría a su reelección para un cargo en el que lleva ocho años. El PP no quiso desvelar a su candidato y lo mismo IU, que tiene 91 regidores entre los que elegir, aunque en algún momento sonó el alcalde de Conil de la Frontera (Cádiz), Antonio Roldán.

En el caso de que IU no logre convencer a PSOE y PP de ese gobierno compartido y acabe por votarse a sí misma, el escenario será algo más que complejo. Hay un empate técnico entre PSOE y PP, surgido de la maniobra socialista para la incorporación de 41 mancomunidades como nuevos socios, pero puede complicarse más, ya que hasta que arranque la asamblea pueden registrarse nuevos socios, según informaron fuentes de la FAMP.

El aluvión de mancomunidades que ingresaron en octubre fue recurrido judicialmente hace una semana por el PP al entender que constituye un auténtico "pucherazo" -30 de las nuevas entidades son socialistas, aunque hay una decena del PP-. También consideran que estas no deberían estar representadas en la FAMP, porque implican un doble sistema de votación: los ayuntamientos tiene su voto individual y después el que les corresponde por mancomunidad. A todo esto, demandaron porque la FAMP no tiene estatutos propios, sino que se rige por los de la FEMP, y estos no recogen a las mancomunidades como miembros.

Su denuncia no parece haber tenido respuesta, ya que lo que pedían eran medidas cautelares urgentes para la paralización de la asamblea de hoy y ningún juez se ha pronunciado hasta ahora.

Si al final el PSOE se hace con la institución, al PP le sabrá mal porque habrá perdido la oportunidad de tener simultáneamente bajo su dominio la FAMP y la FEMP, cuya presidencia recae en el alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido. La última vía que le quedaría para mostrar su disconformidad sería abandonar la institución, algo con lo que ya ha amenazado.