El secretario de Estado de Hacienda en funciones, José Enrique Fernández de Moya, aseguró ayer que no hay "una sola factura" firmada por él tras declarar ante un juez como investigado por prevaricación y malversación de caudales públicos cuando era alcalde de la capital jiennense. Fernández de Moya llegó a los juzgados de Jaén con semblante serio, entre las miradas de curiosos y medios de comunicación y acompañado por el secretario general del PP de Jaén, Francisco Palacios.

También lo esperaban una veintena de miembros del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), entre los que se encontraba el que fue su representante en Jaén, Andrés Bódalo, en situación de tercer grado penitenciario tras ser condenado a tres años y medio de cárcel por agredir a un edil socialista.

Los hechos investigados, a raíz de una querella presentada el grupo socialista, ocurrieron entre 2012 y 2013, cuando presuntamente Fernández de Moya ordenó, en contra de los informes del interventor, varios pagos a la empresa Matinsreg, encargada del mantenimiento de las fuentes ornamentales de la ciudad. Las diligencias previas indican que supuestamente se facturaban de forma falsa gran cantidad de horas de trabajo no realizadas, de imposible ejecución con el personal de la empresa, lo que supuso un coste para el Ayuntamiento superior a los 3,6 millones de euros.