"José Antonio Griñán tendrá margen suficiente para hacer su nuevo Gobierno, incluso más que Chaves". Un alto cargo del PSOE de Andalucía explicaba así la situación que se abre de aquí al pleno del 21 al 22 de abril, cuando Griñán se someterá a la votación del Parlamento andaluz, una elección que tiene ganada gracias a la mayoría absoluta del PSOE en el Parlamento. No obstante, hay que hacer una primera consideración: la dirección socialista está dedicada de hoy al lunes a que las instituciones de su partido (ejecutiva y comité director) refrenden sin fisuras la candidatura de Griñán. Es ahora su mayor preocupación, por lo que será a partir de entonces cuando se comience a hablar de los nuevos consejeros. No se espera un cambio absoluto, pero sí el reforzamiento de algunas áreas y, posiblemente, la reducción del número de Consejerías en unos tiempos de austeridad.

Pero tendrá manos libres. Para empezar, Chaves se lleva a Madrid a Gaspar Zarrías, su vicepresidente primero y el hombre que hasta esta legislatura controló el Gobierno andaluz. La marcha de Zarrías (será secretario de Estado) le ofrece la posibilidad de confeccionar un nuevo Ejecutivo sin las ataduras de este contrapoder. Con él, se marcha también su viceconsejero, José Luis Cortecero, y el portavoz, Enrique Cervera. Chaves consigue, de este modo, dos objetivos: se va acompañado de sus colaboradores más cercanos para que le ayuden en su nueva etapa y libera a Griñan de todo tipo de ataduras.

Griñán siempre ha alardeado, y con cierta razón, de la solidez técnica de su equipo, de ahí que tanto la viceconsejera, Carmen Martínez Aguayo, como el secretario general de Economía, Antonio Ávila, pueden ocupar puestos de importancia en el nuevo Gobierno. Antonio Ávila es el nombre que más suena como próximo consejero de Economía. Martínez Aguayo, que también lo puede ser, goza con una amplia experiencia en la gestión de la administración sanitaria: ha sido directora general del Insalud y del SAS. En el caso de que la actual titular de Salud, María Jesús Montero, diera un paso encaminado a sustituir a Alfredo Sánchez Monteseirín en la candidatura por la Alcaldía de Sevilla, Griñán cuenta para ahora o para el futuro con una sustituta muy experimentada. Durante el día de ayer se especuló con que el ministro de Salud, Bernat Soria, pudiera volver a Andalucía, pero es una persona que no le ha funcionado del todo a Rodríguez Zapatero en Madrid y su prestigio es mucho más mediático que científico.

A quien muchos sitúan fuera del Gobierno es al titular de Innovación, Francisco Vallejo, que durante mucho tiempo fue la apuesta de Gaspar Zarrías para la sucesión. Algunos de sus allegados no ocultaron ayer que las relaciones de Vallejo no eran muy buenas con la parte del Consejo de Gobierno que se nucleaba en torno a José Antonio Griñán.

Vallejo preside, además, una gran consejería que puede ser desgajada en parte. Si se sigue el ejemplo de Madrid, la gestión de Universidades debería volver a Educación; otra parte, a la Consejería de Empleo e, incluso, de Economía. Francisco Vallejo figuró durante mucho tiempo como uno de los delfines: lo hizo muy bien en Obras Públicas y en Salud e, incluso, sus detractores le reconocen estos méritos. Uno de los consejeros con más proyección, el de Agricultura, Martín Soler, podría pasar a Innovación, aunque él lo ha negado a este medio. Del actual equipo económico, Griñán tiene bastante buen concepto del consejero de Empleo, Antonio Fernández, al que le queda uno de los trabajos más duros en estos meses de crecimiento del paro.

Una de las novedades puede ser la incorporación del vicesecretario general del PSOE-A, Luis Pizarro, al equipo de Griñán: tiene excelentes relaciones con él y su nombre ya se barajó para anteriores gabinetes, aunque su dedicación al PSOE será clave en unos años en los que Chaves ya no estará en Andalucía. Rafael Velasco, actual secretario de Organización, tomará más relevancia en la próxima legislatura, y es posible que sustituya a Manuel Gracia en la portavocía del grupo parlamentario.

Magdalena Álvarez, saliente de Fomento, podría volver a Andalucía. Algunos la apunta, sin embargo, fuera del Ejecutivo, como sucesora de Braulio Medel en caso de que éste cumpla su mandato en Unicaja, que vence a finales de año. Tampoco hay que descartar una vuelta de Mar Moreno, pero fuera de las claves de la sucesión. Porque está se dará por cerrada con la elección de Griñán.