El ex presidente de Caja Madrid Miguel Blesa murió ayer a consecuencia de un disparo en el pecho en una finca de Villanueva del Rey (Córdoba). Según informaron fuentes de la investigación a este periódico, todo apunta a que el banquero se habría suicidado disparándose con una escopeta de caza, si bien, a falta de que se le practique la autopsia al cadáver, no se descarta el accidente como causa del fallecimiento.

Blesa, que había sido condenado hace cinco meses a seis años de prisión por el caso de las tarjetas black y que tenía un juicio pendiente por supuestos sobresueldos a altos cargos en Caja Madrid, era un asiduo al coto de caza donde se sitúa la finca, llamada Puerto del Toro, situada en el valle del Guadiato, a unos 70 kilómetros al norte de Córdoba. El empresario se desplazó solo en su coche en la noche del martes al miércoles la explotación agrícola donde se encontraban uno de sus gestores de la misma, Rafael Alcaide, con quien le unía una relación de amistad, el guarda de la zona y un trabajador.

El ex presidente de Caja Madrid, que en el mes de agosto habría cumplido 70 años, desayunó sobre las siete de la mañana con Alcaide porque tenían planeado salir a cazar. En un momento dado se levantó de la mesa con la excusa de que iba a mover su vehículo de la cochera. Momentos después se escuchó un disparo que alertó al trabajador que se encontraba en la finca y que acudió al vehículo, donde halló el cuerpo de Blesa tirado en el suelo y llamó de inmediato al servicio de Emergencias 112 para que enviaran a una ambulancia. La llamada, detallaron fuentes del servicio de Emergencias, se registró en torno a las ocho menos diez de la mañana. Cuando los efectivos sanitarios llegaron hasta el lugar de los hechos no pudieron más que certificar la muerte de Blesa en torno a las 8:40 horas.

Hasta la finca se desplazaron, como es habitual en estos casos, el juez y el forense acompañados de efectivos de la Policía Judicial de la Guardia Civil. El magistrado de guardia era el titular del Juzgado de Primera Instancia Número dos de Peñarroya-Pueblonuevo, que asumió la investigación del fallecimiento del ex banquero.

Sobre las doce de la mañana, el juez decretó el levantamiento del cadáver, que se trasladó al Instituto de Medicina Legal, situado en el Tanatorio de Nuestra Señora de la Fuensanta (ya en Córdoba), dependiente de la Junta de Andalucía.

La autopsia, según informó el personal del lugar, se realizará a lo largo de la mañana de hoy Una vez se dictaminen las causas en las que murió Blesa, el Instituto de Medicina Legal deberá remitir el informe al Juzgado de Primera Instancia número dos de Peñarroya-Pueblonuevo que lo incorporará a las diligencias que ya están abiertas del caso.

El protocolo indica que, en función de los resultados de dicho informe, los servicios judiciales determinarán las medidas que correspondan, todo ello dependiendo de si finalmente se confirma el suicidio como causa del fallecimiento. En este caso, el mismo protocolo indica que el cuerpo del fallecido, una vez realizada la autopsia, ya puede entregarse a la familia. Se desconoce, dado que al cierre de esta edición la familia del banquero aún no se había pronunciado, si el cuerpo de Blesa se quedará en el propio Tanatorio de Nuestra Señora de la Fuensanta o se trasladará a otro lugar para ser velado. El ex presidente de Caja Madrid era natural de Linares (Jaén), pero en estos momentos residía en Madrid. Personas cercanas al ex presidente de Caja Madrid confirmaron que será enterrado en su localidad natal. A lo largo de la tarde, dos de sus hermanos, acompañados de otros familiares y varios amigos, se desplazaron al tanatorio cordobés de Las Quemadas, situado muy cerca del de Nuestra Señora de la Fuensanta.

Varias fuentes del entorno de Blesa aseguraron que éste no se encontraba en los últimos días desanimado ni deprimido, aunque sí se mostraba preocupado a veces por la batalla judicial que afrontaba desde hace años por los casos de corrupción. Esas mismas fuentes destacaron que su fallecimiento Blesa se ha producido en un momento que no era el peor para él, ya que albergaba "serias esperanzas de que el Tribunal Supremo le diera la razón en el caso de las tarjetas black, tras recurrir la pena de prisión de seis años que le impuso la Audiencia Nacional".