Andalucía tiene que invertir en conocimiento porque es, en palabras del consejero de Innovación, Ciencia y Empresa, Francisco Vallejo, la "piedra angular" de la Segunda Modernización de la región. Desde esa premisa, su departamento ha elaborado un programa de captación de investigadores internacionales. O lo que es lo mismo, abrir las puertas mediante fichajes a expertos de primera línea en disciplinas como aeronáutica, biotecnología, nanotecnología, salud y otras, con el objetivo de "creen escuela en la comunidad y abran desde aquí nuevas líneas de investigación".

Vallejo anunció ayer este plan, aprovechando la presentación del científico británico Shomi Battacharya como director del Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa (Cabimer), en sustitución de Bernat Soria, ministro de Sanidad. Él, aunque fuera del programa, personifica esas adquisiciones con renombre que busca la Junta. Su currículum lo demuestra: catedrático de Oftalmología Experimental y jefe de la Unidad Genética Molecular del Instituto de Oftalmología de Londres, cuenta con numerosos galardones y su trayectoria en el campo de la investigación biomédica lo avala como una "autoridad mundial".

Este programa de captación de cerebros se incluye en la macroorden de incentivos con que la Consejería de Innovación ha unificado todos sus planes de apoyo a los agentes del sistema andaluz del conocimiento. La orden cuenta con una dotación económica de más de 1.000 millones de euros hasta 2013, y con ella se pretende potenciar la actividad de los grupos de investigación y desarrollo tecnológico de las universidades públicas y otros organismos, parques científicos y tecnológicos y de innovación empresarial.

Vallejo destacó el "esfuerzo" realizado en los últimos cuatro años, lo que ha generado "cifras escalofriantes, pues se han multiplicado por nueve los recursos financieros de los grupos de investigación de Andalucía". El consejero de Innovación aludió a la puesta en marcha de 900 proyectos de investigación en excelencia "a los que hemos dedicado 160 millones de euros, como la incorporación de mil nuevos investigadores al sistema andaluz.

"Siempre se ha tachado a este país, y con razón, de que exportamos mucho talento y que no había un buen investigador que se preciara que aguantara mucho tiempo en España", admitió Vallejo, quien justificó la aplicación de nuevas medidas "para que no sólo no se fueran talentos de España, sino también para captarlos del extranjero".