Andalucía

Montoro defiende una reforma del sistema pero rechaza una modificación de la regla de gasto

El Gobierno está "abierto" a respetar los criterios de las comunidades autónomas en materia de armonización de impuestos, según el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, quien añadió que "lo que quiero es que lo debatamos" en el marco de la reforma de la financiación autonómica. Montoro comentó que este es "uno de los elementos a discutir" para culminar con una reforma de la financiación debe comenzar "cuanto antes".

Al igual que la vicepresidenta Sáenz de Santamaría, el ministro de Hacienda fue muy claro al decir que "necesitamos al PSOE, a los Gobiernos del PSOE en las comunidades, para llevarlo adelante". Montoro también hizo hincepié en que las comunidades autónomas exijan que se aprueben los Presupuestos Generales del Estado de 2018 porque "a ellos mismos les interesa esa actualización" de la financiación autonómica que iría aparejada. Asimismo, ha indicado que el PSOE es "clave" para que haya unos PGE actualizados en 2018.

Muy distinta es la posición del titular de Hacienda con respecto a la regla de gasto que deben cumplir las administraciones públicas, a cuya modificación se opone porque "gastar sin freno" produce más paro y menor riqueza. El Gobierno de España está cumpliendo esta norma, lo que le "da más fortaleza moral a la hora de decir a las administraciones que su obligación es cumplirla", esgrimió Montoro, respondiendo de esta manera a la proposición de ley registrada por Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea en el Congreso de los Diputados para que la regla de gasto no se aplique en los ayuntamientos que tengan sus cuentas más saneadas. Para ello, según recoge la iniciativa legislativa, las corporaciones locales deberán contar con superávit, tener un nivel de deuda menor al 110% del PIB y cumplir con sus pagos a proveedores con tiempo inferior a los 30 días.

Montoro argumentó que una de las claves de la política económica que está permitiendo la recuperación por la mejora de la financiación y de la confianza inversora es la reducción del déficit, que se está "consiguiendo por los nuevos ingresos que vienen del crecimiento económico y por el control del gasto público".

El ministro advirtió que "la izquierda no acepta que exista el control del gasto público, se opone programáticamente a ello" y, de hecho, "si fuera por ellos, España no reduciría el déficit de sus Administraciones públicas; vinieron a gastar sin freno y a promover más déficit, sin calibrar que las consecuencias que eso trae son más paro y menor riqueza para todos".

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