Más que la imagen del Gobierno central, lo que ahora preocupa al PSOE es lo que ocurre a su izquierda. Los socialistas creen que van a ganar las elecciones municipales del 28 de mayo, tanto en Andalucía como en el conjunto de España, pero en muchos municipios necesitarán, además, el apoyo de Izquierda Unida (IU), de Podemos o como en cada uno de los ayuntamientos se llame esta coalición. Si la hubiese. Y esto vale tanto para las municipales como para las generales, las dos citas electorales de 2023. De momento, el líder de IU, Alberto Garzón, ha aclarado este sábado que la vieja formación de izquierdas estará integrada en el proyecto de la ministra Yolanda Díaz, Sumar.
Las elecciones municipales se juegan en dos partidos. El primero, el 28-M, es el día de la votación popular, pero semanas después los plenos eligen a los alcaldes, y será entonces cuando el PSOE necesitará a un aliado a la izquierda. En ciudades como Sevilla se da por hecho que IU, Podemos y Más País irán juntos, pero esa coalición aún no se ha concretado. En cualquier caso, lo que sí hay es una confianza en que "la agenda social" del Gobierno, la subida del 8,5% de las pensiones y el control de la inflación terminarán por neutralizar la mochila que Pedro Sánchez pueda tener para sus alcaldes.
El PSOE cree que ha encontrado un punto de flaqueza en la candidatura de Alberto Núñez Feijóo, y espera saber cuánto de verdad hay su propia estrategia el próximo 28 de mayo. Tanto, que la ministra de Hacienda y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, ha acercado esta semana su afilado dedo a la supuesta llaga: "Ambos, Moreno Bonilla y Díaz Ayuso, podrían ser el recambio que muchas voces solicitan en el PP". Para Ferraz, el 28 de mayo es un "plebiscito" para Feijóo, no tanto para Pedro Sánchez, porque pase lo que pase, sí será candidato a las próximas elecciones generales.
"Puede que sea un poco exagerado, pero lo que sí tenemos constatado es cierta decepción con Feijóo entre sus filas, le ha pasado a todos los líderes autonómicos que han pasado a la escena nacional, incluida Susana Díaz, el foco de Madrid es muy fuerte y quema", ha valorado a este diario un miembro de la Ejecutiva federal.
¿Realmente, el PSOE puede ganar las municipales? El PP está convencido de que no, pero las dos direcciones socialistas, la andaluza y la federal, la de San Vicente y Ferraz, opinan que, al menos en número de votos, eso sí es posible. Y aportan dos motivos. El PSOE ganó las elecciones locales de mayo de 2019, hay muchos más alcaldes socialistas en España que populares y, en estos comicios, el mayor esfuerzo recae siempre en la oposición, la alternativa en los ayuntamientos sólo es posible si el regidor está en horas bajas.
Esto es, especialmente, agudo en Andalucía, donde el PSOE le sacó 10 puntos de ventaja el PP hace cuatro años, cuando ya Juanma Moreno gobernaba en la Junta. Sin mayoría, porque necesitaba a Ciudadanos y a Vox, pero con mando en San Telmo. Hay más ayuntamientos, más alcaldes, más concejales y más diputaciones del PSOE que del PP, y ese giro necesita de un esfuerzo adicional.
Ferraz apunta una debilidad de Feijóo que sólo se demostrará si no gana las elecciones municipales
Segundo motivo que se aporta desde el PSOE: el PP está desaparecido en territorios como el País Vasco y Cataluña, donde el PSC puede resultar el primer o el segundo partido más votado. Esto se reconoce, incluso, dentro del PP, sin esos dos territorios no es posible ganar unas elecciones de modo global en España.
¿Qué tiene a su favor el PP? ¿Qué le impulsa a sostener que ganarán las ocho capitales de Andalucía y las ocho diputaciones? Dos nombres, Pedro Sánchez y Juanma Moreno. Los populares van a hacer de Sánchez el motivo de su campaña electoral, la que dirige el malagueño Elías Bendodo. Y, a la vez, el presidente de la Junta puede ser empleado como un talismán por los candidatos andaluces.
La operación del PSOE pasa por "encapsular" a sus alcaldes del ruido nacional
La operación del PSOE para las elecciones municipales pasa por "encapsular" a sus alcaldes, aislarlos de la ruidosa política nacional y del rechazo que está teniendo en la opinión pública los efectos colaterales de las reformas del Código Penal. La peor de todas, la derivada de la ley del sólo sí es sí. Si fuese así, si los alcaldes socialistas esquivasen todo ese ruido, el PSOE estaría en condiciones de volver a ganar las elecciones municipales del 28 de mayo. Al menos, en número de votos emitidos, otra batalla electoral es la de los pactos posteriores y, en este aspecto, las direcciones socialistas de Ferraz y San Vicente asisten con estupor a lo que está sucediendo a su izquierdas. ¿Habrá dos listas? ¿Tres? Todo lo que sea dividir ese voto, perjudica las aspiraciones de los alcaldes socialistas.
En 2019, Ciudadanos obtuvo 300.000 votos en Andalucía y ahora es posible que ese apoya se disuelva entre otros dos partidos. En muchas ciudades, el voto naranja irá a los populares. Si, además, se da por hecho que habrá un apoyo mutuo entre PP y Vox, el PSOE necesita de modo imperioso que sus socios de la izquierda vayan lo más unido posible.
El PSOE no da por perdida la batalla del Gobierno central para mejorar su imagen después de un mes de sobresaltos penales y judiciales. Por eso, Pedro Sánchez citó este viernes en Ferraz a toda su Ejecutiva y a 17 ministros. En su anterior Gobierno, el que tuvo a Carmen Calvo como vicepresidenta, y a José Luis Ábalos como hombre fuerte de Ferraz, las desavenencias entre el Ejecutivo y el partido fueron constantes. Ahora no ocurre así, pero es que, además, sostienen desde el Gobierno que el control de la inflación, la subida del 8,5% de las pensiones y las bonificaciones al transporte público tienen que sumar a favor de Sánchez. En lo que sí coinciden todos los consultados es que lo que más descrédito está causando son los beneficios penales de abusadores y violadores.
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