DERBI Betis y Sevilla ya velan armas para el derbi

Andalucía

Premio al talento e intensidad

  • Cinco premios de 6.000 euros para un investigador sobre la piel, un creador de empresas tecnológicas, una campeona de kitesurf, una pedagoga para personas con autismo y un virtuoso violinista.

Miriam Reyes dedicará los 6.000 euros del premio a financiar la publicación en internet y en papel de un cuento, diseñado con pictogramas y dirigido a niños con autismo. Lo colgará gratis en la red y enviará un ejemplar a todas las asociaciones españolas que atienden a personas con autismo. Miriam es una vocacional de la acción social; fue voluntaria en la Fundación Vicente Ferrer y redacta su proyecto fin de carrera como arquitecta sobre una escuela de música y danza para Burkina Faso, en el África Occidental, a través de la oficina de cooperación de la Universidad de Sevilla.

Pretende que el proyecto tenga una utilidad para quien no tiene medios económicos. El diseño incluye la utilización de ladrillos prensados como principales materiales. Podrán realizarse en el lugar, suponen menos coste energético que el hormigón; y son, por tanto, más sostenibles. Como estudiante pasó un año trabajando en el estudio suizo de Herzog&De Meuron, que tienen el Premio Pritzker e hicieron el proyecto del Estadio Olímpico de Pekín.

Su dedicación a la pedagogía para personas con autismo le viene de que un primo suyo tiene este trastorno. Miriam hace didáctica en la radio, en la televisión y ahora en este diario: "no hay que decir enfermedad y no hay que decir autistas; son personas, niños, con autismo, de esta manera destacas su condición de personas, no su dificultad". De momento tiene ya un cuento realizado, El calzoncillo de José, y ahora está desarrollando El pajarito rosa, con la ayuda altruista de Inma Guil, que hace las ilustraciones. Quiere hacer dos colecciones. Una de seis cuentos de entretenimiento y otra de diez de aprendizaje; como lavarse las manos o ir al baño.

El riesgo cardiovascular de los enfermos de psoriasis o alopecia, la prevención del cáncer de piel y la ingeniería de la piel artificial son algunos de los campos de investigación del científico premio Andaluz del Futuro en 2011. Se trata de un médico adjunto del Hospital San Cecilio de Granada, el dermatólogo Salvador Arias, premio extraordinario de Licenciatura.

También ha sido propuesto para un premio extraordinario su doctorado, realizado en colaboración con investigadores del Hospital St. Thomas de Londres. Su tesis establece que los pacientes con alopecia androgenética de inicio precoz, tanto hombres como mujeres, presentan mayor riesgo cardiovascular, y en el caso de los varones, más posibilidades de sufrir una hiperplasia benigna de próstata.

Desde el Bachillerato estaba interesado por la biología y la fisiología. Todavía recuerda por sus nombres a profesores muy motivadores que tuvo en el Colegio la Presentación de Granada en donde hizo sus estudios preuniversitarios: Olga Valenzuela, Pilar Arosa, César Lupiáñez, José Manuel Puerto... Su dedicación a la dermatología la atribuye a los consejos de alguno de sus maestros, como el internista Juan Jiménez Alonso y los dermatólogos María Teresa Gutiérrez y Agustín Buendía, sus directores de tesis junto a Ramón Naranjo.

Como investigador ha deambulado por muchos campos, ha presentado 208 comunicaciones en congresos, más de la mitad en citas internacionales, y ha publicado más de 90 trabajos en revistas especializadas de primer nivel. Está asociado a seis grupos de investigación. Ahora está empezando una investigación sobre piel artificial con el catedrático de histología de Granada, el gaditano Antonio Campos, y el profesor titular de esta especialidad Miguel Alaminos.

Salvador Arias tiene tiempo para la literatura. Le gusta la novela histórica y el último libro que ha leído es La escalera del agua del malagueño José Miguel García Marín. En cine su autor de culto es Woody Allen. Miriam Reyes tiene como película favorita una de Steven Spielberg, Hook, la historia de un Peter Pan que creció y se convirtió en un importante abogado que trabajaba demasiado y apenas tenía tiempo para sus dos hijos. El autor literario favorito de Miriam es el brasileño Paulo Coelho, y en particular su libro El guerrero de la luz, una colección de pensamientos filosóficos. Es curioso que Coelho sea también el autor favorito de la Andaluza del Futuro de Deportes en 2011, Gisela Pulido. Por cierto que este no es el único vínculo de una barbateña de cuna y una tarifeña de residencia. Reyes también es deportista: ha sido karateka y llegó a participar en unos campeonatos de Europa de la especialidad. Esta es una cualidad de los premiados de este año: Arias jugó en la selección granadina de baloncesto y consiguió premios en campeonatos provinciales de natación.

Gisela Pulido también fue campeona de Cataluña de natación en prebenjamines y le encanta el fútbol, deporte que practicó de pequeña. Pero ahora es una autoridad mundial en kitesurf, una modalidad de tabla, impulsada por una cometa que no es de carreras; lo que puntúa es la destreza y la dificultad y belleza de las piruetas. Gisela está ganando campeonatos del mundo desde 2004, en que decidió trasladar su residencia a Tarifa, que es su campo de entrenamiento favorito, en particular el Río Jara. Allí ha estudiado en el Colegio Guzmán el Bueno y en el Instituto Almadraba.

Todos los días hace entrenamientos técnicos en el agua y físicos fuera, que incluyen carreras y bicicleta. Su padre, Juanma Pulido, es su entrenador técnico. Él es oriundo de Córdoba. Y también la madre. El jurado no lo sabía cuando le concedió el premio, pero tres de los cuatro abuelos de Gisela son cordobeses. Y en Córdoba se entregarán los premios de esta edición.

Cordobés es el virtuoso violinista Francisco Montalvo que con sólo 19 años ya tiene un nombre en los circuitos internacionales: ha actuado en Francia, Italia, Portugal, Cuba, Inglaterra, Rusia, Hungría, Estados Unidos, Israel, Polonia y Austria, además de en España. Para primavera tiene conciertos previstos en Hungría, Sudáfrica y Estados Unidos, donde el pasado abril debutó en el Carnegie Hall de Nueva York. Allí interpretó el difícil Concierto número 1 para violín y orquesta de Paganini.

Montalvo terminó a los 16 años, con matrícula de honor, su carrera de violín en el Conservatorio de Córdoba, donde es profesor su padre, su primer maestro. Ha sido discípulo de grandes intérpretes; a partir de los tres años con Yuri Petrossian, desde los ocho con Néstor Eidler, y en su posgrado con Zakhar Bron. Sus piezas de música clásica favoritas son el Concierto de Beethoven para violín y orquesta, las Variaciones rococó de Tchaikovsky para cello y la Rapsodia húngara número 2 de Liszt para piano.

En música moderna, coincide con Arias como fan de Maná, y con Reyes como admirador del cine de Spielberg. Como Gisela, Arias y el premiado de Empresa, Francisco Palao, ha practicado la natación. También el tenis, pero su deporte favorito es la equitación. En su página web aparece montando a caballo, afición que comparte con dos amigos, Manuel Lozano y Francisco Pozuelo. Le gustan las biografías y destaca las del violinista Itzhak Perlman, el presidente Lincoln y el científico Einstein.

Un apasionado de la divulgación científica, en particular de los libros de Ray Kurzweil y Carl Sagan, es el premio de Empresa, Francisco Palao Reinés, doctor en Informática por la Universidad de Granada. Aquí le vemos en una foto tomada este verano en la NASA, durante un curso que hizo, dedicado a empresas globales. De hecho se encuentra ahora en Estados Unidos; está radicando en Silicon Valley una oficina de su empresa IActive Intelligent Solutions, que tiene su sede social en el Parque Tecnológico Ciencias de la Salud, en Armilla.

Esta empresa, que es un spin-off de la Universidad de Granada, y tiene como asesor científico a Luis Castillo el profesor de computación que enseñó a Palao a programar. Ellos son dos de los cinco socios promotores de la empresa, junto a Juan Fernández, Óscar García y Tomás Garzón. IActive desarrolla software a medida. Por ejemplo han creado un sistema de personalización de dietas.

Estos son los Andaluces del futuro premiados con 6.000 euros cada uno, en la IV edición del concurso creado por Bankia y el Grupo Joly.

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