ETA ATENTA EN TORREMOLINOS Ausencia de daños personales y materiales

Rubalcaba no cree que haya un comando estable en Andalucía

  • De la Vega advierte que los etarras serán "detenidos, juzgados y encarcelados"

Se ha vinculado demasiado el nombre de ETA con el de Andalucía tras la desarticulación del comando Vizcaya la semana pasada, con la guinda de un artefacto explosivo en la playa de La Carihuela de Torremolinos el lunes por la noche, pero el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, dijo ayer que es arriesgado concluir que la banda terrorista disponga de una "infraestructura asentada" en la comunidad andaluza, ya que no hay pruebas suficientes para ello. Sin embargo, reconoció que tampoco se puede descartar lo contrario.

"¿Quiere decir esto que ETA tiene una infraestructura estable en Andalucía? De ninguna manera. No, no quiere decir eso. Tampoco digo lo contrario", aseguró Rubalcaba en un rueda de prensa convocada para explicar la operación especial del 1 de agosto junto al director general de Tráfico, Pere Navarro.

El titular de Interior precisó que el artefacto que estalló la madrugada de ayer, sobre las 00:20, en la playa de Torremolinos era "pequeño" y contenía un kilo de explosivo. Añadió también que no había duda alguna sobre la autoría de ETA. Rubalcaba explicó que la mochila hallada cerca de una cantera con una pistola, cargadores y detonadores en su interior fue encontrada la noche del lunes -no precisó la hora- y que el arma había sido robada por ETA en Francia. La mochila contenía también "algún material que en principio está relacionado con la fabricación de bombas", se limitó a decir el ministro del Interior.

Rubalcaba aprovechó para hablar sobre las últimas detenciones relacionadas con la banda terrorista practicas en Francia. Resaltó la importancia de la operación, ya que Asier Eceiza ocupa un puesto importante en la estructura militar de ETA, mientras que Olga Comes es miembro del comando Vizcaya de ETA, desarticulado el pasado martes y considerado el más activo y peligroso desde el fin del alto el fuego. En esta operación, la Guardia Civil detuvo en Fuengirola a Libe Aguirre, que quedó en libertad el domingo tras prestar declaración ante el juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón.

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, advirtió a los terroristas de que "si no cejan en la violencia, serán detenidos, juzgados y encarcelados". De la Vega transmitió la "condena rotunda" del Gobierno a la colocación de la bomba y aseguró que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado "siguen trabajando" para "garantizar" la seguridad de los ciudadanos.

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