Juan Martín Serón volvió ayer a enfundarse el traje de alcalde de Alhaurín el Grande (Málaga). Y lo hizo con el mismo halo de victimismo con el se lo quitó hacer ahora poco más de un año tras ser condenado por un delito de cohecho por el caso Troya. La novedad es que a su ya tradicional queja sobre la "indecencia" del caso sumó ayer el que el PP le haya convertido en una especie de "cabeza de turco, chivo expiatorio" en respuesta al actual escenario de supuesta corrupción política.

Tras insistir en que no volverá a concurrir a los comicios locales, "salvo una hecatombe", fue ciertamente contradictorio al apuntar que su primera intención es la de cumplir el mandato completo hasta mayo, para después no descartar irse antes. "Si pudiera irme antes lo haría", dijo, para después ironizar: "Como Ronaldo, que se va cinco minutos antes para que le aplaudan". En lo que sí quiso incidir fue en que no será candidato a las elecciones municipales de mayo de 2015; eso siempre que no se dé "una hecatombe". "Quiero estar hasta mayo, aunque no descarto irme antes. Si pudiera irme antes me iría", abundó.

Martín Serón, especialmente agradecido con los gestos de cariño del pueblo, fue contundente en sus apreciaciones sobre la dirección del PP y su negativa a apoyar su vuelta. "El PP ha tomado una posición más de cara a la galería que a lo que creen", dijo en un momento de su intervención ante los medios de comunicación, en la que estuvo acompañado por todos los concejales del equipo de gobierno.

El reincorporado regidor admitió haber conversado en dos ocasiones con el presidente de los populares malagueños, Elías Bendodo, en el año de suspensión, y una con el presidente del PP -A, Juan Manuel Moreno. Según señaló, en esos encuentros "las cosas se veían difíciles" y dijo entender que en los últimos días "se les haya puesto cuesta arriba apoyarnos abiertamente". A pesar de lo cual admitió estar "decepcionado" con una formación a la que acusó de "mirar para otro lado" y de la que criticó su "silencio" en este último año.

El regidor expuso que ayer mismo estaba previsto que los 11 concejales del grupo, disconformes con la posición adoptada por el PP sobre Martín Serón, se dieran de baja de militancia. No obstante, fuentes de la dirección provincial aclararon que la baja de militancia fue acordada el pasado viernes, con el fin de que en el momento en que se produjese la incorporación al Ayuntamiento del alcalde suspendido los ediles no estuviesen vinculados al PP. Cuestionado por si se puso sobre la mesa una vía alternativa que hubiese evitado esta salida, lo negó e indicó que el desacuerdo tuvo lugar después de que los concejales alhaurinos pidiesen a la dirección un apoyo "expreso" hacia la figura del nuevo alcalde.

Asimismo, criticó la contradicción en la que incurre el PP al no apoyarlo en su regreso a la Alcaldía después de haberlo defendido públicamente en los siete años del caso Troya. A pesar de su decepción, para Martín Serón su regreso es "una victoria de la democracia".