Los congresos provinciales del PSOE del fin de semana han dejado desactivado al sector crítico al liderazgo de José Antonio Griñán, porque no sólo no han perdido las votaciones, sino que los candidatos oficialistas no los han querido integrar en sus ejecutivas. Eso significa que tanto en Cádiz, como en Sevilla y Córdoba, los nuevos secretarios generales han seguido el esquema que planteó Griñán en el congreso regional: dejar fuera a todo el que no comparte su forma de gestionar el partido. En Granada, sin embargo, su recién reelegida secretaria general, Teresa Jiménez, sí tuvo un gesto con su rival, el senador Luis Salvador, al que derrotó con un 67% de los votos, y con el que sí ha contado para la dirección granadina.

En Sevilla, los delegados apoyaron con el 78,26% de los votos la ejecutiva de la nueva secretaria provincial, Susana Díaz, que contará como presidente con Fernando Rodríguez Villalobos (presidente de la Diputación de Sevilla), el vicesecretario primero será el diputado andaluz Carmelo Gómez, y el secretario de Organización será el diputado José Muñoz Sánchez.

En Cádiz, la provincia donde hubo mayor división, la alcaldesa de Sanlúcar y nueva secretaria provincial, Irene García, sacó adelante una ejecutiva con el apoyo del 56,9% de los delegados y en la que el parlamentario andaluz Manuel Jiménez Barrios será presidente.

En Córdoba, tras la reelección del secretario provincial Juan Pablo Durán, hubo seis horas de debate el sector oficialista y el crítico y no consiguieron llegar a un acuerdo para la ejecutiva. El equipo de Durán obtuvo finalmente el respaldo del 83% a su propuesta.

Los resultados en estas cuatro provincias, unidos a que en Almería y Málaga sólo concurrieron una lista oficialista, deja a la provincia de Jaén como el único reducto de los críticos, ya que no parece que en Huelva, que celebra su congreso el 28 de julio, se vaya a romper la tendencia pro Griñán.