Se recordaba como un golpe perpetrado con maestría, con astucia, digno de convertirse en fuente de inspiración para numerosas películas, pero un año y medio después las investigaciones han permitido la detención de seis personas por su presunta participación en el robo.

Los hechos se remontan a noviembre de 2011, cuando fue asaltado el depósito oficial que almacena en el Puerto de Málaga los estupefacientes decomisados en operaciones antidroga. La cámara acorazada, ubicada en una nave y de la que se sustrajeron, entre otras sustancias, 120 kilogramos de cocaína, se encontraba a solo 200 metros de un cuartel de la Guardia Civil.

La operación, que continúa abierta, se ha saldado por el momento con cuatro arrestos en Madrid y dos en Málaga, en una redada simultánea en ambas ciudades ocurrida hace unos días.

La mayoría de los detenidos ya ha ingresado en prisión, aunque de manera provisional. Un dato que no pudo confirmar el subdelegado del Gobierno en Málaga, Jorge Hernández Mollar, ya que, según recalcó, "la actuación judicial y de investigación de la Policía sobre el robo está bajo secreto sumarial", de forma que "debe respetarlo, no hacer ningún comentario y esperar para hablar con claridad del tema".

La espectacularidad del golpe fue tal que la Policía, desde el principio, se mostró convencida de que fue ejecutado por profesionales que contaban con información facilitada desde dentro del recinto portuario. Pero ahora las pesquisas han puesto en entredicho la seguridad de unas instalaciones dependientes de la Subdelegación del Gobierno cuya custodia se basa en vigilancia presencial de 07:00 a 15:00 de lunes a viernes.

De otro lado, el Ministerio del Interior quiere que robos de drogas como el ocurrido en Málaga capital hace casi año y medio o en Huelva no se vuelvan a producir. Para ello, anunció ayer que tiene intención de destruir antes de que acabe el año prácticamente la totalidad de la droga almacenada producto de las incautaciones policiales y reducirá a 20 el número de instalaciones dedicadas a custodiar las sustancias estupefacientes intervenidas, dijo ayer en su comparecencia en el Congreso el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz.