Francisco de la Torre ha vuelto a recibir el refrendo de la mayoría de los malagueños para que continúe al frente de la Alcaldía de la capital de la Costa del Sol. Y tiene muy claro que se mantendrá como primer edil del Ayuntamiento malagueño, "si Dios quiere", hasta 2015. Insiste en esta hecho, para él irrefutable, cuando se le recuerda que, en la estrategia de su partido, el PP, se recogía la posibilidad de que a la mitad del mandato dejara paso a su sucesor. "A mí nadie me ha comentado ese tema. Yo estaré, si Dios quiere y la salud me acompaña, los cuatro años. Mi voluntad esa y nadie me va a hacer variarla, salvo que se dé alguna contingencia de salud, que espero que no. Mi propósito y mi compromiso es trabajar estos cuatro años por Málaga, y es una etapa complicada".

A una semana escasa de la victoria, De la Torre continúa presentándose con un ferviente adalid de la descentralización local. En este sentido, espera que con el Ejecutivo autonómico actual, "y con el que venga, que espero que sea del PP, haya respaldo a esa descentralización, que es absurdo que no se haya hecho". El alcalde malagueño, que rechaza tener un discurso victimista, recuerda que hay "compromiso claro de traer a Málaga algunos organismos y agencias vinculados con la economía. Nunca entenderé la labor de oposición que muchas ocasiones me he encontrado. Los números de concejales son importantes para hacer ver que los malagueños han apoyado una propuesta que va en esa línea. Para que quienes tienen que ser más receptivos lo tengan en cuenta".

En cuanto al debate, ya secular, de la descentralización, De la Torre es claro: si se le pregunta con qué ciudad española se siente más identificado después de Málaga, menciona Barcelona. Y explica el motivo: "He tenido identificación con Barcelona, salvando la diferencia de tamaño. Tenía el tema del centralismo de Madrid y nosotros tenemos otro análogo o equivalente en alguna medida. Son ciudades mediterráneas, con un impulso industrial importante en el siglo XIX, que ellos han sabido mantener; nosotros no. Hay temas de allí que vale la pena aplicar mejorándolos. Tienen una sociedad civil potente. Desde el punto de vista de la ciudad su estrategia coincide bastante con la que tratamos de marcar en Málaga, con el conocimiento, la cultura, la ciudad litoral, la apuesta por los cruceros. En los avances de Málaga me encuentro a veces que competimos con Barcelona".