El cielo se oscureció al amanecer y sólo los incesantes rayos que cayeron sobre la capital permitieron vislumbrar el preludio de una catástrofe. Poco más de tres horas bastaron para que una impresionante tromba de agua, alentada por una tormenta de gran intensidad, sumieran a Málaga en el más absoluto caos por la anegación de barriadas enteras, avenidas intransitables, carreteras cortadas y el riesgo de desbordamiento de prácticamente todos los arroyos que discurren por ella.

En total, centenares de incidencias que milagrosamente no se saldaron con daños personales en la tercera inundación que sufre la provincia en menos de dos meses, a pesar de que en apenas dos horas llegaron a caer más de cien litros por metro cuadrado en algunas zonas de la ciudad. Lo peor se produjo entre las 10:00 de la mañana y las 13:00 de la tarde y obligó al Centro Meteorológico de Málaga a decretar el nivel máximo de alerta y al Ayuntamiento a activar el plan de emergencia en previsión de que la lluvia iba a ser torrencial.

Más de 200 efectivos municipales formaron a partir de ese momento un dispositivo especial de trabajo para tratar de atender las múltiples incidencias que provocó la descomunal tormenta. Policía Local, Bomberos, Servicios Operativos, Parques y Jardines, Servicios Sociales, Emasa, Limasa y distritos municipales se vieron desbordados por las cerca de 1.500 llamadas que recibieron los teléfonos de emergencia municipales hasta las 16:00 de la tarde. Las zonas más afectadas fueron Los Asperones, donde unas 20 familias tuvieron que ser desalojadas, el Paseo de Sancha y el entorno del arroyo Aceitero, aunque las inundaciones se repitieron en numerosos puntos de la ciudad en los que una enorme balsa de agua lo cubría todo.

El Ayuntamiento llegó a hacer un llamamiento a los ciudadanos para que no salieran de sus casas en vehículo a menos que fuera estrictamente necesario.

En sólo 180 minutos la capital malagueña soportó una cantidad de agua equivalente a una quinta parte de lo que suele ser normal que caiga a lo largo de todo un año y más de la media histórica del mes de noviembre que es de 93 litros por metro cuadrado. Más de cien litros por metro cuadrado se registraron en varios puntos de Málaga, donde desde el pasado 1 de septiembre ya se acumulan casi 400 litros por metro cuadrado en un otoño que se postula como uno de los más lluviosos del ranking, cuando la media histórica anual, es decir, lo que suele caer durante doce meses, es de 532 litros por metro cuadrado.

El récord absoluto de toda España de lluvia caída en poco tiempo también lo sigue teniendo Málaga capital y data del 27 de septiembre de 1957, cuando en tan sólo once horas se registraron 313 litros por metro cuadrado, una tromba que dejó un reguero de desastre.

En la provincia, varias trombas marinas provocaron desperfectos en Estepona. Una tromba marina -una especie de tornado que se forma en el mar y que suele desaparecer al tocar tierra- atravesó Estepona en la madrugada del viernes al sábado a una velocidad que superó los 90 kilómetros por hora, según datos del Centro de Meteorología de Málaga, y dejó algunos daños materiales en el municipio. El ciclón derribó algunas palmeras y otro tipo de árboles del puerto deportivo, que durante algunas horas de la mañana mantuvieron las vías cortadas al tráfico rodado y peatonal.