La mayoría de los andaluces piensa que se vive mucho mejor en los pueblos que en las ciudades. Tan es así, que un 60% prefiere que sus hijos vivan en los pueblos de Andalucía frente a un 26% que se inclina por que éstos se eduquen en las ciudades. Según el agrobarómetro de Andalucía realizado por el IESA-CSIC para la Consejería de Agricultura, los andaluces se sienten satisfechos con la calidad de vida en el medio rural, pero también son conscientes de algunos problemas, entre los que citan en primer lugar, antecediendo al paro, la falta de infraestructuras y de servicios.

Para los andaluces, las instituciones con más influencia en la situación de los pueblos y zonas rurales de Andalucía son, por este orden, los ayuntamientos (un 72% cree que tiene mucha o bastante influencia), la Junta (66%) y en menor medida las diputaciones provinciales (52,4%).

Las acciones del Gobierno central son menos percibidas, algo lógico ya que ha culminado el proceso de transferencias a las autonomías. Con la Unión Europea ocurre lo mismo, aunque en este caso las actuaciones que se llevan en colaboración con instituciones locales o regionales son importantes para el desarrollo rural, pero tienen "dificultad en hacerse visibles", según concluye el informe.

Aunque los andaluces muestran un interés por el medio rural y lo valoran, sin embargo, tienen un gran desconocimiento sobre las políticas de desarrollo destinadas a estás áreas, ya que la inmensa mayoría (un 85%) no ha oído hablar y desconoce por completo los programas Leader y Proder de desarrollo rural.

Algo más de la mitad de los entrevistados considera que la situación y calidad de vida de los pueblos andaluces es buena o muy buena, frente a un 12% que piensa que es mala o muy mala, mientras una gran mayoría, hasta el 85%, opina que las zonas rurales han mejorado mucho en relación con el pasado, sobre todo, en determinados servicios y equipamientos como la sanidad y la educación, entre otros.