El PSOE dio ayer un giro a la catalogación de los presupuestos andaluces para 2012 que ayer aprobó en solitario en la Cámara autonómica. Tras meses ensalzándolos como las cuentas modelo de defensa de los derechos sociales y salvaguarda del gasto en educación, sanidad y dependencia, y que ha sido un potente reclamo electoral en las pasadas elecciones del 20-N, los socialistas andaluces han reaccionado a la demoledora cifra del paro reorientando sus cuentas en esa dirección. Tras su votación en el último pleno del año, son los presupuestos "del empleo y la competitividad".

El primero en apuntar en esta dirección fue el presidente andaluz, José Antonio Griñán. "Se ha enjuiciado mucho desde el punto de vista del gasto social, pero se olvida lo más importante: las partidas que más crecen son las destinadas a aumentar la competitividad de la economía y el crecimiento económico", dijo, enumerando a continuación el incremento de un 7% del gasto en I+D+i, los 1.000 millones en fondos reembolsables para pymes o el aumento de los recursos para la internacionalización de empresas.

La visión del PP no puede ser más opuesta: las últimas cuentas de esta legislatura son "lo contrario de lo que hay que hacer". Porque incrementan el gasto corriente, recogen un gasto público "desbocado", recortes sociales y menos inversiones. Lo único bueno de estos presupuestos es que su vigencia será bien corta. Hasta abril, cuando, según vaticinó el presidente del PP-A, Javier Arenas, se abra paso un gobierno "del cambio" que idee unos nuevos presupuestos "del cambio".

Con estos posicionamientos, es lógico que el PSOE se quedara sólo en la aprobación de estas cuentas. Y se quejó por ello. Pese a no haber aceptado nada más que una enmienda de las 443 presentadas por PP e IU, por considerarlas inviables, lamentó su "falta de talante constructivo y de cooperación". Algo que les coloca "al lado del problema" y no al lado de la solución junto a los socialistas.