El batacazo electoral del PSOE en Galicia y el País Vasco lo cerró ayer la Ejecutiva Federal con un ejercicio de apoyo unánime a favor del secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba. Así lo destacó el portavoz del Grupo Socialista en el Senado, Marcelino Iglesias: "Todo el mundo ha apoyado a Alfredo Pérez Rubalcaba, que era lo que hoy tocaba". El coordinador de la Interparlamentaria, el malagueño Miguel Ángel Heredia, dejó meridianamente clara la posición: "No se trata de mover la silla a nadie, sino de estar en los grandes debates y de tener la posición que le corresponde a Andalucía".

Pérez Rubalcaba compareció para asegurar que en la Ejecutiva Federal de ayer se sintió respaldado. "Como secretario general me he sentido unánimemente apoyado y en la misión que tenemos como dirección también", resaltó. Este apoyo le llevó a insistir en su voluntad de agotar hasta 2016 el mandato que recibió de último congreso federal. Griñán se sumó a la unanimidad y aparcó las tesis sobre unas primarias a cambio de que el secretario general defendiese que el debate territorial abierto en España no debía ser exclusivo entre Madrid y Barcelona, sino que debía implicar "a todas las comunidades autónomas".

Rubalcaba elogió el discurso "lleno de sentido común" de Griñán, a quien atribuyó una "intervención en clave territorial muy interesante y constructiva. Andalucía quiere participar y hacer oír su voz, y yo no puedo estar más de acuerdo. Sería un error de libro abordar el debate territorial con el eje Madrid-Barcelona. En este debate tenemos que estar todos", sentenció.

El secretario general de los socialista insistió en que Griñán tiene "también toda la razón" cuando plantea que "se ha acabado el debate de hace 30 años, con el sueñan algunos", de apelar a las nacionalidades históricas. Rubalcaba aseguró no tener "intranquilidad" respecto a las supuestas intenciones de Griñán -presumió de su amistad con él- y se mostró convencido de que seguirá defendiendo las posiciones de la Ejecutiva Federal.