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"No le voy a dejar pasar ni una"

Al dedillo. Así llevaban estudiadas las respectivas lecciones el candidato y el líder de la oposición. El cara a cara parlamentario, inédito desde 1996, centró por unos momentos la atención de diputados y periodistas, más preocupados en asuntos mundanos como la composición del nuevo Gobierno. Y no defraudó.

El líder de los populares repasó una y otra vez el discurso del candidato hasta conocerlo "casi de memoria" y le avisó que la función de oposición la cumplirá "sin tibieza, sin complejos y con una visión constructiva como jamás ha conocido este Parlamento". Chaves asintió en su turno y contestó a una amenaza del popular: "Me ha dicho que no me va a dejar pasar ni una, pero no se lleve a engaño, yo a usted tampoco".

El pique venía de antes. Los socialistas se rieron cuando Arenas dijo que estaba hipotecado y reclamó ayudas. "Pues como están las hipotecas no creo que haya muchas ganas de reír", se defendía el popular con el ceño fruncido. Luego confundió una cifra en euros por pesetas y aprovechó la oportunidad: "De vez en cuando tiene uno un lapsus, usted eso lo entiende", le espetó a Chaves. Pero quedaban acusaciones mutuas sobre la trayectoria política. Arenas entonó los apelativos de "cansancio", "hartazgo", "caduco" o "agotado" y Chaves se defendió con un, "al menos, yo gano".

El presidente de la Junta, con 63 años, aceptó que ambos son políticos "experimentados". Las cámaras enfocan a Arenas, con 50 años, respondiéndole: "Usted más que yo". "A usted los andaluces ya le han prejubilado", continuó Chaves.

Arenas cumple y no deja pasar ni una. Es fácil leerle los labios. Negó que haya calificado de "soborno" los incentivos de 7.000 euros a los profesores, como le reprochó Chaves, y consiguió que el presidente se comprometiese a rectificar si no encuentra el titular en las hemerotecas. "Portugal" se le lee tras oir que ningún país europeo limita los mandatos a los presidentes. El debate concluyó con una obviedad. Chaves y Arenas no se gustan. "Tiene obsesión conmigo", dijo el popular. "Creo que es a los andaluces a quienes no les gusta", concluyó Chaves.

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