3 A fondo

Se rueda 'Tarántula Blues'

  • Séptimo arte. El cineasta sevillano Joaquín Díaz elige San Juan de Aznalfarache para rodar su ópera prima, un filme de acción al más puro estilo de Quentin Tarantino Los exteriores de la Casa de las Artes, el Puente de Hierro y el entorno del río serán algunas de las localizaciones Habrá un listado de sanjuaneros para la figuración en escenas concretas

La provincia de Sevilla ha servido como localización cinematográfica para multitud de películas. La Duquesa Roja (1996), de Francesc Betriu, se desarrolló íntegramente en Carmona y, diez años después, Agustín Díaz Yanes eligió Santiponce como lugar de correrías de Viggo Alatriste Mortensen.

Ahora es un grupo de emprendedores sevillanos el que se ha propuesto realizar su sueño en celuloide: Tarántula Blues, un thriller sucio, salvaje y eléctrico escrito por Jairo Rodríguez y dirigido por Joaquín Díaz. Será un largometraje de acción lisérgica y sangrienta ambientado en los bajos fondos de un lúgubre y oscuro futuro cercano denominado La Nueva Sevilla.

El argumento recuerda a la recién estrenada Una bala en la cabeza, de Walter Hill: Lady Tarántula (Raquel de Sola) es una joven que vive en un mundo siniestro. Entrenada desde la adolescencia para ser una infalible e implacable asesina a sueldo, Tarántula es respetada y temida por la escoria de La Nueva Sevilla; es decir, mafiosos y traficantes de uno de los guetos más peligrosos de la ciudad. Tarántula vive recluida, retirada tras un trabajo que no salió todo lo bien que debía, y que no sólo acabó con la vida de una inocente, sino que también terminó con el último atisbo de voluntad de Tarántula. El único vínculo que tiene Tarántula con el mundo es Fede, su hermano menor, un chico ingenuo e incapaz de amoldarse al ambiente del gueto. Fede suele meterse en problemas debido a su adicción a la Irina, un potente alucinógeno que se administra vía ocular, y cuyo tráfico está controlado por Bárbara Tijeras (Esperanza Quevedo), alias Baticao, una mujer llena de odio y violencia a la que nadie quiere enfrentarse debido a su desmedida crueldad... Hasta que Tarántula comience a tocar su sinfonía de venganza y redención. Completan el reparto Pedro Lendínez como el padre Alvarado, Francisco Cardona en el rol de Currito Sangre y José Maldonado como Cochambre, entre otros.

El rodaje del filme se realizará casi íntegramente en San Juan de Aznalfarache, justo después de la Feria de Abril. durará entre tres y cuatro semanas y cuenta con la producción de Creatio Audiovisuales (responsable de los efectos especiales), Black Jackal Producciones, Tachi Producciones, Achtung Producciones y Muñeca Infame Entertainment, en colaboración con el Ayuntamiento de San Juan.

Su director es Joaquín Díaz, de 37 años, técnico superior en Realización de Audiovisuales y Espectáculos. Formó parte de la cuarta promoción de la Escuela Andaluza de Cinematografía (Eacine). Además, ha realizado cursos sobre Guión, Realización y Dirección Cinematográfica, Interpretación o Crítica de Cine con reputados profesionales del ramo, como Gracia Querejeta, Nacho Vigalondo o Rafael Cobos, guionista de Grupo 7.

Según Díaz, la colaboración del Consistorio de San Juan de Aznalfarache ha sido vital: "Nos apoyó desde el principio. Nos han facilitado espacios para la preproducción y la logística del rodaje y, en el plano promocional, también nos están ayudando". La idea del cineasta sevillano es implicar al pueblo: "El objetivo es tener un listado de sanjuaneros que actúen como figurantes en muchas de las escenas del filme, conseguir el apoyo del sector comercial y empresarial del pueblo y buscar patrocinios y padrinos. Si no nos pueden dar dinero, nos pueden pagar en especie".

Esta película, influenciada por Peckimpah, Carpenter y Tarantino -tres de los maestros de la conversión del cine con violencia explícita de serie B de los años 70, 80 y 90 en un subgénero apreciado por la crítica-, empezó a gestarse por la imposibilidad de Joaquín Díaz a la hora de vender sus guiones. "Las grandes productoras no dan oportunidades a gente joven. Entonces quisimos lanzarnos a la piscina e intentamos reunir a un equipo técnico y artístico que se ilusionara con el proyecto y que utilizara la película como trampolín. La idea es hacer una producción con la mayor calidad posible y poder dedicarnos al cine profesionalmente, que es por lo que llevamos luchando todos estos años", comenta el cineasta.

Tarántula Blues es una película de bajo presupuesto, ya que el equipo humano no recibe ninguna remuneración por este trabajo, así que el total del capital recaudado se destinará íntegramente a las necesidades de rodaje, ya que todo el equipo capitalizará su remuneración, ligando su sueldo a los posibles beneficios que genere su distribución y comercialización. "Nuestra preocupación inmediata, por la que recurrimos al crowdfunding, se ciñe a gastos de producción tales como alquiler de equipo técnico, atrezzo, dietas, gastos administrativos, marketing, seguros, etcétera", pone de relieve Díaz.

Afincado en San Juan, el director sevillano no ha dudado en utilizar el plató natural que ofrece la localidad: los sugerentes exteriores de la Casa de las Artes; el mirador peatonal del Monumento, donde se rodarán varias escenas, entre las que destaca el encuentro de Lady Tarántula con uno de sus socios; y el entorno del río Guadalquivir (Puente de Hierro, paseo fluvial...), entre otros lugares. "Quiero que los interiores sean muy oscuros para que constrasten con las escenas exteriores, que serán más luminosas. Jugaremos con esos dos ambientes", expresa Díaz.

En el plano técnico, la cámara digital que va a utilizar el equipo de rodaje permite una cámara lenta "muy espectacular", un recurso que da mucho juego para las escenas de acción adrenalítica. El alma máter de Tarántula Blues tiene claro que hay que poner los recursos técnicos al servicio del guión: "Es una historia de venganza entre dos mujeres que viven en un entorno hostil, en el que las mafias han tomado el poder de la sociedad".

Por su parte, el ayudante de dirección, José Ibáñez, un licenciado en Periodismo de 28 años de edad que ya tiene publicada su primera novela, está ilusionado con su primera experiencia en el cine: "Ayudaré a los actores con los últimos cambios del guión. Lo tomo como una oportunidad de ir aprendiendo e ir creciendo en el mundo de la cultura, que es lo mío". Lady Tarántula se llama en la vida real Raquel de Sola, una actriz, licenciada en Arte Dramático y Máster de Artes Escénicas de 26 años de edad, que pasó el casting con solvencia. "Cuando leí el guión, me di cuenta de que tenía mucha acción e intriga, ya que mezcla temas diversos. No me lo pensé, porque me encanta el cine tarantinesco", admite la intérprete, que disfruta con la dualidad psicológica de su personaje: "Ella está tocada, porque cometió un grave error en su último trabajo, pero es consciente de dónde vive y, si quiere sobrevivir, tiene que matar o morir. Pero el fondo de Lady Tarántula es bueno".

Otro apartado importante en la realización de una película es la Banda Sonora Original (BSO). En Tarántula Blues, habrá canciones de rock en todas sus vertientes y mucha música electrónica. Asimismo, el compositor Pablo Cervantes -famoso por ser el no ganador del Goya 2012 por Els nens salvatges- se ha ofrecido a realizar la BSO del filme. "Queremos organizar un concierto con los grupos participantes que sirva también como fuente de ingresos", asevera Díaz.

Por último, la cadena de distribución del filme pasa, en primer lugar, por los festivales y la etapa comercial, con la meta de llegar a Filming (portal de pago de descarga de películas) y a las principales distribuidoras de cine independiente. "Nuestra idea es estrenarla en cines, en las salas digitales, al menos en Sevilla", apostilla Díaz. Es la historia de un proyecto ilusionante que puede tener un final feliz gracias al esfuerzo colectivo y desinteresado de profesionales en busca de su destino.

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