Yevhen Konoplyanka está decepcionando a la parroquia sevillista. El jugador ucraniano despertó una ilusión desmedida en los aficionados sevillistas que están viendo como partido tras partido, el jugador no es capaz de poner en el tapete verde los motivos por el que fue fichado.

El comienzo fue ilusionante. Se veía a un jugador que podía romper en crack. De los que duran sólo una temporada en el club de Nervión. Le faltaba rodaje y adaptación pero se veía que todos los videos de youtube en los que se recopilaban sus mejores diabluras con el balón eran ciertos. Han ido pasando los partidos y los minutos y Konoplyanka sigue sin arrancar. Es más, el jugador ha pegado un bajón considerable. No se desmarca, no regatea, no hace su jugada. Está como ido de los partidos. No marca las diferencias. Reyes, con varios años más, le pega un repaso en actitud.

Oportunidades no le faltan. Emery confía en el jugador y está disfrutando de minutos en casi todos los partidos. Algunos de titular y otros de suplente. Pero no cuaja. Esta noche lo cambiaron en la segunda mitad y buena parte del campo empezó a silbarle.

En el Pizjúan recuerdan una actuación magistral de Marko Marín en una eliminatoria de la Europa League. Esperemos, por el bien del Sevilla, que termine enderezándose el jugador pero no tiene buena pinta.