Provincia de Cádiz

Los asaltos a explotaciones agrícolas, ganaderas y pesqueras se han duplicado en Cádiz por el Covid-19

  • El furtivismo se ha incrementando en un 50% respecto al año anterior a causa de la crisis del coronavirus, según Asaja-Cádiz

Miembros de Agasa en una explotación.

Miembros de Agasa en una explotación. / B.B.

La patronal Asaja-Cádiz denuncia que los robos en explotaciones agrícolas, ganaderas y de granjas marinas de la provincia se han incrementado en más de un 50% con respecto al año anterior, lo que evidencia que la crisis social provocada por el Covid-19 ha duplicado el furtivismo.

En un comunicado de prensa, Asaja-Cádiz explica que ha constatado este incremento de robos a través de su sectorial Agasa, dedicada a la guardería y seguridad rural. Por ello, ha solicitado mayor presencia de la Guardia Civil en estas áreas rurales para frenar “esta ruina”.

Asaja asevera que estos robos, tanto consumados como en grado de tentativa, “van a más” en las últimas semanas y que incluso se cometen incumpliendo el toque de queda.

“Este dato evidencia que la crisis económica producida por el Covid-19 juega un papel primordial en el aumento de un furtivismo que se está cebando más que nunca con el campo y la acuicultura, cuya economía ya está dañada de por sí, y estos robos son la puntilla para llevarla a la ruina”, asegura Asaja-Cádiz en su comunicado.

El colectivo explica que en explotaciones agroganaderas se están perpetrando, sobre todo, robos de frutas y de cerdos. Así, por ejemplo, a principios de octubre llegaron a desaparecer hasta 32 cerdos en una granja de Cádiz. Además, en las explotaciones ganaderas se están sustrayendo “no solo ejemplares de animales, sino aperos de labranza, sistemas de riego y hasta monturas”.

Las granjas marinas y esteros de la provincia también han sido objeto de robos. Este sector, en plena temporada de despesques, “tradicionalmente ha sido víctima de robos de manera continuada, pero no con la voracidad de ahora, cuando se producen a un ritmo de dos a la semana e incluso más”.

Según Asaja y Agasa, el furtivismo actúa con planificación, "con ladrones dotados de neoprenos, que llegan en barca por los caños, que actúan en grupo y que poseen vehículos apostados en lugares estratégicos para huir con espuertas repletas de doradas, lenguados, lubinas y todo el género que encuentran, y lo hacen día sí y día también porque tiene detrás una demanda de consumo que está llevando a la ruina al sector de la acuicultura porque no le importa que la procedencia del pescado ni el daño que produce a las empresas, que tienen puestos de trabajo que mantener".

Esta semana Agasa ha denunciado el robo a punta de cuchillo en una granja marina de Chiclana, en la que los ladrones fueron sorprendidos por sus efectivos de seguridad.

Los efectivos les vieron llegar en barca por el caño gracias a los sistemas de seguridad térmica y cuando les dijeron que soltaran el pescado, se vieron sorprendidos por otros tres miembros de la banda, quienes los amenazaron con armas blancas. "Dijeron que se iban a llevar el pescado sí o sí".

Por todo ello, desde Asaja-Cádiz y Agasa ha solicitado "mayor control y presencia de la Guardia Civil" para frenar "lo que se ha convertido en un desmadre" debido al desempleo y a la crisis económica por la pandemia.

"Si no se actúa con mayor contundencia contra esta ley de la selva, va a llevar a la ruina a muchos ganaderos, agricultores y acuicultores, cuya actividad económica alimenta a muchas familias en la provincia de Cádiz", advierten. EFE

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