Rubén Castro, ojito derecho de Mel, el goleador que llegó para quedarse.

Cuatro. El presidente subió como jugador en 1979 y 1994 e incluso como delegado en 2001, con otro mito, Del Sol, en el banquillo.

Sobresaliente. Mel inculcó su sentimiento bético al equipo, lo alejó del sucio ambiente institucional y lo unió en torno a Miki Roqué, amén de darle un fútbol ofensivo y ganador.

Pepe Mel Pérez, uno de los artífices del ascenso, afronta ahora la reválida de la Primera División, en la que ya entrenó efímeramente al Tenerife hace diez años.

El regreso de Pepe Mel ha servido para olvidar el nombre del dueño y para que los béticos caminen con la cabeza erguida.

El ascenso no puede esconder la gravosa factura del navarro ni el fallecimiento de Porrúa.

De Primera. El undécimo ascenso se funde con el sentimiento bético de liberación surgido tras el 15-J y nace con el decidido propósito de ser el primer cimiento para no repetirse jamás.

El técnico se compromete a llegar a Europa y el presidente es aclamado en la recepción al equipo en el Ayuntamiento.

Repasa con nosotros los actos por el ascenso del Betis en su estadio a través de las imágenes de Giralda TV.

Tras ser recibidos por el alcalde, Gordillo y Mel auguran un futuro con títulos. "Vamos a llevar los valores de esta ciudad por toda España para dentro de poco poder llevarlos por Europa", afirma el técnico.