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Bienal de Flamenco

Sigue el espíritu peñista en Santa Clara

  • El ciclo 'De viva voz' presenta en el Dormitorio Alto a Pedro El Granaíno y Santiago Lara.

Se habló ayer mucho en el Espacio Santa Clara, sede administrativa y escénica de la Bienal, de osadía, de mezcla y roce con otras tradiciones, del flamenco como un arte vivo que está obligado, porque no hay otra alternativa, a dialogar con el tiempo y el aire de su época. Pero si las propuestas más inquietas, como las de Rafael Estévez y Valeriano Paños, han encontrado su sitio en la programación, no lo tienen en detrimento de los artistas más tradicionales, los que sirven de brújula para recordar desde dónde se parte siempre, las esencias que hacen que una tradición sea verdaderamente reconocible, única.

En esta línea, y en colaboración con la Federación Provincial de Peñas y Entidades Flamencas, una de las iniciativas más singulares y programadas con más mimo es el ciclo De viva voz, que se celebra en el Dormitorio Alto de Santa Clara, un espacio en el que los aficionados pueden presenciar un concierto, sin más, íntimo y sin sistema de amplificación, con espíritu peñista. Hoy a partir de las 19:00 y con Juan Requena al toque, pasará por el ciclo Pedro El Granaíno, que después de haber cantado atrás con figuras como la Farruca empieza a coger "buena fama", como dijo él mismo, haciendo lo que mejor sabe: el cante que duele. Mañana, en el mismo sitio y a la misma hora, le tocará el turno al tocaor jerezano Santiago Lara, que promete un recital de guitarra "y punto", con "muchos palos", "una cosa que se está perdiendo y no debería". El cantaor rafael de Utrera y José Quevedo Bolita actuarán el jueves.

También con el aliento de los peñistas, y en este caso programado para mostrar cómo una tradición va pasando de generación en generación, se creó el ciclo 100 años de cante, y los encargados de probar la vitalidad del flamenco serán Diego Amaya Núñez, más conocido como El Cabrillero, nacido en Utrera en 1944 y uno de esos cantaores que el público desconoce pero que el aficionado cabal presumirá de conocer, y en el otro extremo, desde su juventud, Tamara Aguilera, de sólo 23 años y cantando desde hace diez; a los dos les acompañará al toque, el viernes a partir de las 19:00, el granadino Paco Cortés, que hizo lo propio no pocas veces con el añorado Enrique Morente o Carmen Linares.

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