Hacen falta escritores que apliquen aquí el humor y el bisturí como Cristina Morales en la Barcelona de Colau.

La poesía de Julio Mariscal, reeditada por La Isla de Siltolá, revive en el concurso de cante por Peteneras.

La vida transcurre lenta en Casa Eme y en los veranos de la infancia, pero en política hay que ofrecer respuestas.

El asesinato del cortijo de Paradas no se resolvió pero a Grosso urge redimirlo del crimen del olvido.

Daniel Ruiz, que publicará en septiembre 'El calentamiento global', ilustra la diversidad y pujanza de la escena literaria.

Rocío Molina y Riqueni llevan la belleza al mismo Claustro de los Muertos del que se robaron los azulejos del XVI.

Los balnearios nos sumergen en protocolos de bienestar que no excluyen la mejor de las terapias: la siesta.

Ortiz logró que esta ciudad pareciera más elegante y musical a través de sus carteles para el Maestranza.

Miguel Marín ha demostrado que no hay idea más revolucionaria para el flamenco que la colaboración.

Es raro que nuestros políticos concedan tanta importancia a la cultura y el mecenazgo como en el Día de Portugal.