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Cultura

Córdoba irrumpe de la mano de África en el mapa cinematográfico

  • El Festival de Cine Africano, que ha desarrollado sus primeras ocho ediciones en Tarifa, se celebrará en octubre de 2012 con la proyección de más de 120 películas · Presentará el cartel en Cannes

El Festival de Cine Africano organizado por la asociación Al Tarab cambia de ubicación en busca de una mayor proyección. El certamen viaja de Tarifa a Córdoba, "el mejor de los escenario que podíamos soñar", en palabras de su directora, Mane Cisneros, como paso necesario en su estrategia de crecimiento. Y con vocación de permanecer indefinidamente en una ciudad que le ofrece nuevas oportunidades y atractivos. El beneficio, como señala el alcalde, José Antonio Nieto, es mutuo. El festival da un salto de calidad y conquista nuevas plataformas de promoción y la ciudad cubre una de las carencias que presentaba en el territorio cultural. Y es que este acontecimiento, según Nieto, "encaja en la nueva cultura de la nueva Córdoba".

Más de 120 películas del continente vecino se proyectarán en la novena edición del encuentro, que presentará su cartel en la próxima edición del Festival de Cannes y que abrirá una ventana especial al cine del Medio Oriente mediante la colaboración con el Festival Internacional de Cine de Dubai. Asimismo, la programación incluirá un foro de coproducción cinematográfica, exposiciones fotográficas y talleres de participación ciudadana. "No es un festival de alfombra roja", indicó Cisneros, que considera que "el dinero no lo hace todo" y que la fórmula que ha permitido a esta cita consolidarse en el mapa cinematográfico ha sido "el trabajo serio y profesional". El festival contará el próximo año con un presupuesto aproximado de 500.000 euros, de los cuales el Ayuntamiento aporta 100.000 a través de las delegaciones de Cultura y Juventud y Cooperación.

"El festival ha ido perfeccionándose y creciendo a partir de su idea original y ahora necesitaba un salto de calidad", apuntó ayer Nieto en la presentación, junto a Cisneros, de esta nueva etapa de un acontecimiento que desde el primer momento ha dejado claros sus perfiles "comprometido, innovador y creativo". Un festival "especialmente apropiado para Córdoba", que si bien está más lejos de África que Tarifa "en kilómetros", no lo está "en historia y patrimonio". Al mismo tiempo, su celebración en octubre permite "equilibrar" la oferta cultural de la ciudad y "salir de esa estacionalidad absurda de los últimos años". El gobierno municipal apuesta por un otoño cultural más fuerte y por convertir toda la primavera, más allá de mayo, "en una temporada alta" para la cultura.

Se impone una "doble numeración". Es el noveno FCAT pero el primero en Córdoba ("como pasaba con Carlos V/Carlos I", subrayó el alcalde"). En cualquier caso, "gana Córdoba, gana el festival y gana África". "Lo importante es que se trata de una marca fiable y un producto contrastado", según Nieto, que destacó "la dificultad que supone poner en marcha un festival de cine, porque nunca se sabe cuál es el espacio que hay que ocupar para acertar". De hecho, el PP barajó incluir en su programa para las últimas elecciones municipales la creación de una cita de estas características, que finalmente fue desestimada "por su complejidad".

La clave será ahora "la implicación de los cordobeses en el proyecto", que ha elegido una fechas en las que no encontrará competencia en el marco nacional. El festival, indicó Cisneros, "llegará a centros cívicos y barriadas, impregnará toda la ciudad". Para superar sus registros de público (7.300 espectadores el año pasado), desarrollará un ambicioso programa de difusión y creará abonos especiales para estudiantes y la tercera edad. "Será un festival de los cordobeses y para los cordobeses", aseguró la directora.

El FCAT nació en 2004 con el objetivo de dar voz "a un cine invisible de un continente invisible", según Cisneros. En su última edición, celebrada el pasado junio, resultó vencedora la película egipcia Microphone, del director Ahmad Abdalla. Hawi, una coproducción entre Egipto y Qatar dirigida por Ibrahim El-Batout, recibió una mención especial.

Por otra parte, el gobierno local de Tarifa entiende que el festival emigre a la capital cordobesa. Así lo señaló ayer el alcalde de la localidad, Juan Andrés Gil , que invocó argumentos económicos como causa directa de este cambio de sede. No obstante, el primer edil dejó claro que el apoyo de Tarifa ha existido desde el principio. "Se entiende que la organización deba buscar nuevas líneas de financiación en los tiempos difíciles que corren. Hay que tener en cuenta también que Córdoba está apostando fuerte por eventos culturales de esta índole, sobre todo después de haber tenido que asumir su desestimación como Capital Cultural Europea", explicó.

Gil reveló que el Ayuntamiento tarifeño debe aún 30.000 euros al certamen, "una deuda derivada de la gestión del gobierno anterior y que no ha facilitado en nada la permanencia en Tarifa" de este acontecimiento.

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