Empeño por dignificar un acto muy poco valorado por los cofrades. Es encomiable el esfuerzo empleado en los últimos años por el Consejo de Cofradías para dar mayor realce al Vía Crucis de la Pía Unión que se celebra cada primer viernes de marzo en la Casa de Pilatos. Que nadie olvide que este rezo instituido en 1521 por Fadrique Enríquez de Ribera es el origen de la Semana Santa sevillana. Tampoco hay que olvidar, como recordó el arzobispo, Juan José Asenjo, en la homilía de la misa previa, que, aunque el primer vía crucis se rezó en un convento cordobés, el instituido por don Fadrique fue el primer vía crucis público y que fue en Sevilla donde se institucionalizó y desde donde se exportó hacia otros lugares, como la recién descubierta América.

Con toda esa tradición e historia, el Consejo de Cofradías y asociación de la Pía Unión quieren en los últimos años devolver todo el lustre a un acto que cuenta con escaso respaldo y presencia del cofrade de a pie. Para buscar esa mayor participación, este año la misa se ha sacado de la capilla de la Flagelación y se ha realizado en el patio de la Casa de Pilatos. Allí ofició la ceremonia el arzobispo ante un gran dosel, instalado para la ocasión, y con todas las sillas ocupadas. La misa fue un continuo trasiego de personas, algunos turistas y curiosos que sólo entraban a echar un vistazo, pero también hubo otros tanto que llenaron las galerías de la casa de los Medinaceli para seguir con atención la eucaristía.

Pero no sólo se ha sacado este año la misa de la pequeña estancia en la que se celebraba, también se desarrolló el vía crucis con la reliquia del lignum crucis por las calles. Hasta la iglesia de San Esteban llegó la comitiva, cono se hizo en 2011 cuando coincidió con la Jornada Mundial y los actos previos que se organizaron en la Archidiócesis. En la iglesia de San Esteban se rezaron algunas de las estaciones con el Señor de la Salud y Buen Viaje en besapiés.

Como escribió ayer en este periódico Manuel García Fernández, catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Sevilla, en su artículo Medinaceli: "Hasta 1873 esta piadosa procesión tan popular se realizó en nuestra ciudad con notable éxito de fieles y devotos. En 1957 se intentó rescatar por los descendientes del recordado I Marqués de Tarifa, con escasa fortuna. En 1976 fue definitivamente sustituido por el Vía Crucis de las Hermandades a la Catedral". Si el Consejo quiere realmente recuperar el Vía Crucis de la Pía Unión tal vez debería ser osado y situarlo como el acto central y conjunto de las cofradías durante la cuaresma. El presidente Bourrellier ha demostrado en muchas ocasiones que valentía y arrojo no le faltan...

Por lo demás, el primer viernes de marzo, jornada grande de la cuaresma que ya alcanza su ecuador, fue vivido con intensidad por los cofrades. Actos y cultos se celebran por doquier. Uno de los principales en San Antonio Abad, con el besapiés a Jesús Nazareno que se repetirá hoy. También se vive intensamente el primer viernes de marzo en los barrios: el Tiro de Línea y el Polígono de San Pablo, por ejemplo. Y, por supuesto, en Triana, con el traslado de la Esperanza a Santa Ana. Este año la novedad ha estado en San Juan de Dios con el inédito besapiés al antiquísimo Cristo de la Humildad y Paciencia.