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Acólita

Cris Naranjo: Ocupa un puesto en un `sitio de hombres´

  • Son los que van más cerca de los pasos. Su misión es ir alumbrando y perfumando al paso de las andas procesionales con las imágenes. No es frecuente encontrar a una hermana, como ocurre en San Esteban.

No ha sido fácil el camino que Cris Naranjo, estudiante de 28 años, ha tenido que recorrer para poder salir como acólita acompañando a la Virgen de los Desamparados de San Esteban. Se apuntó al grupo de acólitos de la hermandad en el año 2000, pero no fue hasta el 2002 cuando pudo salir por primera vez participando en los cultos internos de la corporación. Antes fueron varias las visitas que, junto con otra hermana de San Esteban, realizaron al Palacio Arzobispal para consultar si podía salir en este puesto y cómo tenía que hacerlo: “Estuvimos dos años intentándolo hasta que nos dieron el visto bueno para participar en cultos internos siempre y cuando el sacerdote no se opusiera”, explica. El primer paso ya estaba conseguido. Pero aún quedaba avanzar un poco más, su ilusión era salir en Semana Santa. En este caso, la decisión ya sólo dependía exclusivamente de la Junta de Gobierno que por aquel entonces presidía Julián López como hermano mayor. Les costó dar el paso, “me decía que tenía miedo a la reacción de los medios de comunicación y a la de los cofrades en general”.

Al final lo consiguió. Los primeros actos de culto externo en los que participó fueron el Vía Crucis y el Vía Lucis organizados con motivo del 75 aniversario fundacional. Ya sólo le quedaba la Semana Santa. Y fue en 2005 cuando, por primera vez, una mujer acólito pudo acompañar a una imagen en Semana Santa. Desde entonces se ha ganado el respeto y el cariño del resto de acólitos de la hermandad: “me ayudan en todo, aunque sí que es verdad que a la mayoría no les gusta que yo salga ahí. Pero lo respetan y saben que tengo el mismo derecho que ellos”. Pero todo no iban a ser parabienes, también le han pasado cosas desagradables, como en su primer año en la Campana, “un señor mayor me dijo que parecía que llevaba la cesta de la compra. También hay otros que se ponen delante y empiezan a decir cosas para que me entere”. Actualmente ya son cuatro las chicas que salen como acólitas en San Estaban.

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