CORPUS 2012

Jueves de esplendor

  • El contexto de elecciones de muchas de las cofradías, ha influido en la participación del cortejo, contándose en algunos casos, hasta setenta parejas.

A las 8:30 de la mañana se abría la puerta de San Miguel de la catedral para que los niños carráncanos anunciaran el inicio de la procesión del Corpus. Una mañana en que la ciudad se despertaba aún con resaca de la larga noche de vísperas en las calles de centro, con el claqueteo del abrir de sillas desde la avenida de la Constitución, hasta la entrada en la puerta de Palos como si de un efecto dominó se tratara.

La noche de pre Corpus que estuvo marcada por la escasa participación en los concurso de escaparates, balcones y altares, pero con otros tantos que dieron empaque a un día con mayor disfrute en muchos casos, que el del propio jueves.

El premio de escaparates fue para el montado por la hermandad de la Salud en la calle Francos, calle tradicional y clásica en lo que a la decoración se refiere. La fachada de Casa Rodríguez se llevó el primer galardón por la decoración de los balcones, como segundo año consecutivo, y continuando el recorrido en dirección a la giralda, concretamente en la esquina de Placentines con la cuesta del bacalao, estaba el primer premio de altares de la hermandad de la Sed.

Por su parte la procesión no ha tenido nada de nuevo, más allá que la nueva ubicación de la hermandad del Cachorro tras el nombramiento de la basílica menor trianera. La novedad la puso el contexto de elecciones de muchas de las cofradías, que han influido en la participación del cortejo, contándose en algunos casos, hasta setenta parejas. Había que dejarse ver.

Con dos horas y cuarto de paso, y pese a entrar de vuelta antes de lo habitual, las representaciones se volvieron a hacer algo pesadas y descompensadas en la distribución de los tramos. Los comentarios de la gente eran de simple resignación. Un año más. No obstante las altas temperaturas no hicieron estragos entre el público y sí algo más entre los participantes del cortejo.

 La segunda parte de la procesión se inició con San Fernando y la banda Sinfónica Municipal de Sevilla que animaba a los asistentes. Desde ese momento, el transcurrir de los pasos de los santos fue más dinámico hasta que hacía aparición la custodia de Arfe, con la que el pópulo se arrodillaba y aplaudía, en este caso no al alcalde, como el pasado año, y sí al ejércitos. Incluso en algunos momentos del recorrido algún asistente se arrancaba con un “viva España” que era animadamente respondido.

Sobre las 12:30 del mediodía entraba la custodia por la puerta de palos. Terminaba el día en que “Dios sale a cuerpo a la calle”.

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