El Lunes Santo ha empezado temprano en el barrio del Polígono de San Pablo. Mucho calor a la hora fijada para la salida de la cofradía. El primer Cautivo del día. La cruz de guía se puso 10 minutos antes en la calle para poder tener un recorrido más pausado en su largo camino al centro. Un par de minutos antes del mediodía salía el paso del Cautivo. “Vamos a demostrarle a Sevilla lo que somos. Vamos a seguir cautivando a Sevilla”, decía al capataz. El paso salió para locura de todos los vecinos allí congregados. Esta hermandad en sólo un año ha duplicado su número de nazarenos.

Minutos después era la Virgen del Rosario la que se preparaba para hacer su segunda salida desde que fuera tallada por Álvarez Duarte. El madrinazgo de la Macarena, presente una vez más. Este año la Virgen lleva un manto, sencillo, liso, sobre el que se ha colocado una toca de sobremanto prestada por la Macarena.

En el Tiro de Línea gente venidas de muchos lugares de toda Andalucía aguardaban la salida del Cautivo y la Virgen de las Mercedes. Los vecinos del barrio expectantes ante la salida del Señor Cautivo y la Virgen de las Mercedes. El discurrir de esta hermandad por el parque de María Luisa volvió a deparar momentos indescriptibles en un día donde el calor volvió ha vuelto a pegar fuerte durante todo el día. El capataz, Carlos Villanueva, dedicó una levantá a las víctimas del terremoto de Italia a la salida, y en la Campana, una a Marta del Castillo.

Minutos antes de las 3 de la tarde le tocaba el turno a la hermandad de la Redención. El misterio del Beso de Judas volvió a cautivar a todos los que lo esperaban en la antigua plaza de López Pintado. La Virgen, que salía a los sones de Rocío hacía lo propio. Tarde fiesta en la calle Santiago con una hermandad que cumplía 50 años de su primera estación de penitencia.

En Triana, a la misma hora, los 2000 nazarenos de San Gonzalo comenzaron a tomar las calles del Barrio León y Triana en busca del centro. El paso de misterio, con su característico andar ponía la nota más destacable de una salida muy esperada cada año. El Señor Soberano Poder daba una prodigiosa revirá en Rioja a los sones de 'Costalero del Soberano'

A media tarde han empezado a salir las hermandades del centro. De la plaza de San Andrés con el sonido de las campanas de duelo salía el misterio de Santa Marta. Hondura en el racheo de los únicos costaleros asalariados que quedan en la Semana Santa. Cuadrilla comandada por Manuel Villanueva. El único sonido que se escuchaba en la salida de esta hermandad fueron las campanas de San Andrés tañendo a muerte.

De otro barrio, el Arenal, aunque éste incardinado en el mismo centro, ha salido las Aguas. Triste aniversario. Diez años del fallecimiento del costalero Juan Carlos Montes. Esta hermandad tributará un homenaje a este costalero en la vuelta por el Postigo.

La seráfica Vera Cruz era la primera de las 3 hermandades que procesionan desde el barrio de San Vicente en salir. El paso del crucificado salía renovado tras no gustar como quedó el año pasado en el año de su estreno. El nuevo barnizado y acharolado le hacen mucha más justicia a una gran talla. El paso, además, estranaba 4 figuras sedentes en su esquinas. La Virgen de las Tristezas, salía con su andar sobrio y apresurado. Presentaba la imagen un tocado muy abiertoq que permitía cotemplar los rasgos de la Dolorosa con gran detalle.

De la parroquia de San Vicente, en la calle Cardenal Cisneros, la hermandad de las Penas comenzaba su estación de penitencia con el embriagador aroma de los naranjos. El Señor volvía a salir a los sones de la marcha que le compuso Antonio Pantión, y que el mítico cofrade de esta hermandad, Juan Carrero, instituyó para la salida hace justo 50 Semanas Santas. La Virgen de los Dolores también salía a los sones de la marcha que le compusiera Antonio Pantión. La brisa que se ha levantado a esta hora, hacía que los "hombres de la caña" se tuvieran que afanar para que la candelería estuviera encendida.

El Museo cerraba una jornada gloriosa con sus dos pasos, auténticas joyas de la Semana Santa de Sevilla. El discurrir de la cofradía por su plaza al salir, es un tesoro para los sentidos. La Virgen estrenaba un manto, azul verdoso en terciopelo liso, inspirado en uno que usaba antuguamente la dolorosa.