La Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús de la Pasión de Linares presentó el pasado sábado la marcha A la memoria de un Amigo, compuesta por Nicolás Barbero Rivas (Dos Hermanas, 1979) un homenaje a la memoria y figura de Juan Francisco Fernández García Juanfra, uno de los fundadores de esta formación musical y posterior presidente, fallecido hace cinco años a causa de una grave enfermedad.

Con su composición, el músico nazareno pretende crear "un mensaje de esperanza" en torno a la figura del que fuera componente de la agrupación musical linarense. "No es para nada una marcha fúnebre y triste", asegura Barbero. A través de la partitura el compositor recrea un diálogo trascendental con Juanfra, nombre con el que era conocido el integrante de la Pasión de Linares al que se le dedica la marcha. Como base de la partitura aparece de forma constante las figuras musicales de una negra y una blanca con puntillo, que recrean el sonido que se produce al pronunciar el nombre del fallecido músico (Juan-fra).

La composición se divide en tres partes. En la primera, tomando esa base musical que recrea el nombre del integrante de la banda, los componentes de la Pasión, a través de sus instrumentos, inician un diálogo con su malogrado compañero. "Es una llamada a Juanfra. Se inicia un diálogo de fe. Desde la perspectiva de una persona creyente, pero a la que se la plantean numerosas dudas tras la muerte de un joven de 33 años. ¿Por qué ha sucedido eso, Señor?", explica Nicolás Barbero.

Esas dudas en torno a la fe copan la segunda parte de la marcha. Oscilaciones en la partitura del modo mayor al menor dejan entrever "sentimientos de ansiedad y desesperación que nos llevan a preguntarnos si verdaderamente nuestro compañero ha desaparecido para siempre" prosigue el compositor de Dos Hermanas.

Como respuesta a ese periodo de dudas, se plantea la tercera parte de la marcha, que se inicia a partir del compás 80. La tonalidad de la composición pasa a ser Mi bemol mayor, compuesto por tres bemoles, los cuales representan a la Santísima Trinidad. Esta fórmula, según relata Barbero, ya fue utilizada "por grandes compositores del Barroco o el Clasicismo, caso de Bach o Mozart, a la hora de componer obras sacras". La ansiedad y el desasosiego planteado de forma musical durante la segunda parte de la marcha como consecuencia de los cambios de tonalidad, se torna en este periodo en "paz y serenidad", aunque con pinceladas de "incertidumbre".

La marcha alcanza su plenitud a partir del compás 86, que representa el número áureo (proporciones perfectas) dentro de toda la partitura. En ese momento comienza a sonar la melodía de trompeta de la marcha Oh bendita Estrella, compuesta por José Manuel Mena Hervás y que era la composición preferida del músico al que se dedica esta nueva marcha de Nicolás Barbero.

"Esa trompeta que suena es Juanfra, que nos habla desde lo más alto para decirnos que está ahí, que la vida eterna tiene sentido y que está en plenitud junto a Dios", subraya Barbero. "Desde ese momento comienza a crecer en nosotros la consciencia de que esa realidad celestial existe. La alegría lo inunda todo. La marcha alcanza su clímax expresivo, con la participación de hasta 16 voces distintas de instrumentos interactuando" prosigue el autor nazareno, que concluye avanzando que "una vez pasado ese momento de euforia, la marcha partitura concluye con el mismo motivo del inicio (la llamada a Juanfra) pero esta vez, con un clima de paz, de serenidad que no encontrábamos en el comienzo".

No será ésta la primera composición de Nicolás Barbero Rivas para la Pasión de Linares, una de las formaciones de música procesional más notables del panorama musical desde su fundación, en 1996. La primera marcha del autor nazareno para esta agrupación jiennense fue Sangre en tus clavos, a la que le siguieron Triunfo de tu Santa Cruz, Lloras en tu Soledad y Atado a la columna. Todos estos trabajos destacan por aportar un lenguaje musical renovado al mundo de la música cofrade, de corte descriptivo, incorporándole vanguardias compositivas propias de su tiempo.

La Agrupación Musical Ntro. Padre Jesús de la Pasión nació el 26 de octubre de 1996. Con casi un centenar de componentes, cuenta con la dirección de Juan Luis López Hernández. Desde su creación ha llevado sus sones por buena parte de Andalucía, destacando sus actuaciones en el Teatro Cervantes de Málaga, Gran Teatro Falla de Cádiz, Teatro Darymelia de Jaén, Teatro

Apolo y Auditorio Maestro Padilla de Almería, así como el Auditorio Manuel de Falla de Granada. Además de las numerosas actuaciones en Andalucía, ha llevado su música a otras comunidades autónomas españolas como Castilla-La Mancha, Castilla-León y Murcia. Asimismo, durante el verano de 2002 realizó una gira por Austria, que incluyó un concierto en su capital, Viena.