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Retorno a Sevilla

  • El cardenal celebrará sus 50 años de sacerdocio el Martes SAnto en la Catedral.

Monseñor Amigo estará en Sevilla la próxima Semana Santa. El cardenal presidirá nuevamente una gran solemnidad en el altar del Jubileo de la Catedral. Quiere estar en la ciudad en la que ha ejercido su ministerio durante 27 años para celebrar sus bodas de oro sacerdotales, un motivo por el cual el arzobispo Asenjo ha considerado oportuno que el purpurado presida la denominada misa crismal, que tiene lugar en todas las diócesis de la Iglesia Católica una vez al año y a la que asisten todos los presbíteros para renovar su promesa sacerdotal ante el prelado. La misa crismal tiene por tanto una importancia máxima en cada diócesis. En ella, además, se bendicen los óleos del crisma y de la unción de los enfermos que los sacerdotes emplean durante todo el año en los sacramentos del bautismo, la confirmación y la unción de los impedidos. Se considera que no hay una fecha más idónea para una efemérides de esta importancia.

La misa crismal suele celebrarse litúrgicamente el Jueves Santo, pero en el caso de Sevilla es costumbre su adelanto a la jornada del Martes Santo, habida cuenta de la gran cantidad de cultos y procesiones que acoge la Catedral en uno de los grandes días de la Semana Santa.

Monseñor Amigo recibió la ordenación sacerdotal el 17 de agosto de 1960 en la Catedral de Santiago de Compostela de manos del obispo Miguel Novoa Fuente. Únicamente ha tenido dos destinos como prelado: Tánger y Sevilla. La inusual duración de su pontificado en la diócesis hispalense -casi tres décadas- es causa suficiente para que la celebración tenga lugar en la Catedral de Sevilla, donde monseñor Amigo considera que sigue estando su casa, a pesar de que una vez concluido su poder ejecutivo en Sevilla haya apostado por vivir en Madrid y atender sus múltiples compromisos pastorales, académicos y de otro orden desde la capital de España, viajando en muchas ocasiones a otras ciudades españolas y capitales internacionales, todo lo cual sin abandonar sus obligaciones como cardenal cada vez que es requerido por la Santa Sede. Monseñor Amigo conserva la condición de purpurado elector hasta que cumpla los 80 años.

La Semana Santa de 2010 será especial para monseñor Amigo no sólo por su retorno a Sevilla, sino porque pasará la segunda mitad en Valladolid, su provincia natal. Presidirá los oficios del Jueves y el Viernes Santo en la Catedral pucelana, así como la misa crismal. La Archidiócesis vallisoletana se encuentra actualmente vacante, a la espera del nombramiento de un nuevo arzobispo desde la Santa Sede, por lo que la presencia del purpurado hispalense es gratamente acogida en los principales cultos de Semana Santa.

La del Martes Santo será la segunda ocasión en que monseñor Amigo regresará a la Catedral de Sevilla desde que dejo de residir oficialmente y por voluntad propia en la ciudad el pasado 24 de noviembre, cuando a mediodía abandonó en coche la capital andaluza en dirección a Madrid con total discreción y con la única compañía de su secretario personal, hermano Pablo Noguera. La primera fue con ocasión del funeral por el cura José María Javierre. A Sevilla ha vuelto en muy contadas ocasiones: la presentación de algún libro y la asistencia a algún acto de homenaje en la provincia. Su último comparecencia pública como prelado en ejercicio tuvo lugar el 4 de noviembre en el Palacio Arzobispal con motivo de la recepción anual que ha ofrecido siempre a los diversos sectores y colectivos de la diócesis por la festividad litúrgica de San Carlos Borromeo.

En Sevilla celebró también sus bodas de plata episcopales, en una ceremonia con gran solemnidad celebrada en la Catedral, bajo la presidencia extraordinaria de la Virgen de los Reyes. Por el momento se ignoran el protocolo y los detalles de una ceremonia cuyo formato no es habitual: la celebración de las bodas de oro sacerdotales de un cardenal. Pero se da por hecho que la intención de monseñor Asenjo es que el cardenal Amigo sea acogido con la mayor solemnidad y afecto. El propio Asenjo ha destacado que habla telefónicamente con el cardenal de forma asidua y se ha mostrado públicamente a favor de que regrese a Sevilla cuantas veces lo considere oportuno.

Monseñor Amigo concluyó oficialmente su pontificado en Sevilla el pasado noviembre con una multitudinaria eucaristía de acción de gracias celebrada en la Catedral, a cuyo término recibió durante horas las muestras de afecto de cientos de sacerdotes y fieles que asistieron a una misa bajo la presidencia de la imagen de la Patrona de Sevilla y su Archidiócesis y con la participación de representantes de las autoridades civiles y militares. Con tal celebración culminó la transición al frente de la Iglesia sevillana.

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