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Cofradias

Unidos por la Sentencia, desfilan por la Esperanza

  • Fernando Vaz y Joaquín José Muñoz se estrenan hoy, tras una larga trayectoria, como capitán y teniente de la tropa macarena que un año más rendirá pleitesía al Señor de la Sentencia y anunciará la inminente llegada de la Virgen de la Esperanza.

Los dos son jóvenes, preparados y llevan sangre con RH macareno por sus venas. Fernando Vaz y Joaquín José Muñoz se estrenan hoy como capitán y teniente de la Centuria Romana Macarena. Los dos llevan muchos años como armaos, el capitán 19; el teniente 17. Han pasado por diferentes puestos hasta que la junta de gobierno de la hermandad los ha designado este año responsables de esta legión de macarenos que cada Madrugada escolta al Señor de la Sentencia.

Las primeras palabras del capitán son de agradecimiento a su predecesor, Ignacio Guillermo: "Ha hecho una gran labor en la Centuria". Fernando Vaz es licenciado en Derecho, y trabaja como técnico superior en la Junta de Andalucía. La vocación le viene desde pequeño, por arraigo familiar: "Siempre he salido de nazareno. Pero lo de ser armao era una ilusión que tenía. Fue un paso natural, igual que cuando deje de salir en la Centuria volveré a la túnica". Lo suyo ha sido una sucesión natural, ya que ocupaba el cargo de teniente, y con la retirada el pasado año del capitán la junta le ascendió de rango.

Joaquín, el teniente, es informático. También macareno de cuna, como no podía ser de otra manera. Fue su padre quien desde que era niño le fue inculcando el gusanillo de la Centuria: "Me llevaba a todas las reuniones". Su nombramienro le cogió por sorpresa, y sólo tiene palabras de agradecimiento. Antes de llegar a esta oficialidad militar macarena, ha desfilado en la gandinga (el lugar de los novatos) y ha sido escolta del capitán y del teniente.

La labor que han iniciado en los armaos se puede calificar de continuista. "Hay que seguir con todo lo que puso en marcha Ignacio Guillermo", recalca el capitán. El primer objetivo es conseguir la plena integración de la tropa en los fines de la hermandad. "Lo primero es ser macareno, antes que armao". Para ello, organizan múltiples actividades a lo largo del año, siempre para beneficio de la corporación, y están atentos a lo que la junta de gobierno les demanda.

Este año la Centuria está formada por 129 miembros a los que hay que sumarle el niño cornetín. Son dos los que se pondrán por primera vez la coraza para desfilar tras el Señor, aunque la lista de aspirantes muy amplia: "Apuntados hay más de 200, pero si atendemos a la implicación con la hermandad, el número baja bastante. Ése es el primer critrerio para entrar".

Ambos están henchidos de ilusión para vivir la noche más larga y hermosa. "Lo más importante es que el Señor y la Virgen puedan salir", explica el capitán, que destaca como momento más destacado, por su simbolismo, la salida de la cruz de guía: "Significa que la hermandad está un año más en la calle y que la Virgen volverá a repartir esperanza". Pero añade que personalmente se queda con las dos vueltas que dan los armaos al Señor de la Sentencia. "Para muchos es el momento más emotivo de la cofradía". Joaquín, el teniente, coincide con el capitán y destaca ese momento, "es lo más emocionante", pero añade la visita que cada año hacen a uno de los hispitales de Sevilla para visitar a los niños: "Es de la manera que somos más útiles, cuando más nos necesitan. Esos niños sí que están necesitados de esperanza". Y tampoco se puede olvidar de Virgen: "Su salida es el momento más importante para todos los macarenos".

Fernando Vaz ya ha experimentado lo que se siente cuando la Centuria va a recogerlo. Le ha pasado en calidad de teniente. Esta tarde le pasará de nuevo, aunque como capitán: "Es una gran responsabilidad. Cuando recogen al capitán es como si recogieran a todos los que han tenido la dicha de ponerse esa ropa. Es un recuerdo a los antecesores". Para Joaquín José Muñoz será la primera vez: "Es complicado imaginarme lo que voy a sentir. He vivido muchas recogidas de capitanes y tenientes, pero no sé... supongo que muchos nervios".

Pasará la Madrugada, y hasta que en una nueva primavera la Centura vuelva vestir sus mejores galas para acompañar al Señor de la Sentencia, seguirán incidiendo y fomentado ese sentimiento de familia que es lo que los mantiene unidos durante todo el año. "Tenemos muchas convivencias, nos vemos mucho, continuamente. Sabemos mucho unos de otros, tanto de las cosas buenas, como de las malas. Trabajamos para fomentar los que nos une, que es muchísimo. La calidad humana y el sentimiento macareno está fuera de lo normal".

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