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Cofradias

Un ejercicio de abstracción ante las 'setas'

  • El alcalde de Burgos presidió un cortejo que se luce más en el recorrido de vuelta

Ver pasar una cofradía como el Cristo de Burgos por la plaza de la Encarnación supone someterse a un ejercicio de abstracción. Porque hay que abstraerse de que una grúa casi tan alta como la Giralda preside la plaza, porque hay que abstraerse de los extraños montículos que en algún momento del futuro funcionarán como fuentes, de las señales de obra pintadas en rojo y blanco que indican la dirección obligatoria que tienen que seguir los coches, de las placas de prohibido con la leyenda "Acceso peatones", de las vallas, de una estructura de chapa que parece una nave espacial y de unas setas sin forma, sin fecha definida y sin madera para construirse.

El ejercicio de abstracción va tomando forma conforme avanza la cofradía. Los nazarenos de negro, ajenos al escenario de la desolación por el que avanzan. El público, selecto, respetuoso. Cuando llega la presidencia del paso del Cristo, con el alcalde de Burgos al frente, la abstracción es casi total. "El paso es guapo tela, ¿eh?", dice un joven repeinado con cresta engominada y piercing en la ceja. "Sí, todo es de madera, ¿no?", responde la chica que le acompaña. "Sí sí, y fíjate en los dibujos de colores", insiste el joven, señalando las cartelas del paso, que avanza dejando atrás la Encarnación. La acompañante no responde, sólo asiente, como si le pidiera que se callara porque si sigue hablando ella no podrá abstraerse del todo del escenario que los rodea.

Entre las filas de penitentes que siguen al crucificado se ha colado una niña pequeña, que recorre las filas de cruces entre asustada y divertida. Luego se cuela un nazareno de los Panaderos, que no lleva demasiada prisa porque sabe que hasta que el palio del Cristo de Burgos no pase por delante de la puerta de su capilla su hermandad no podrá salir.

Va llegando el olor del incienso y la abstracción se va haciendo completa. Cuando suena Tejera uno ya se olvida de las setas. "Para apreciar mejor esta cofradía vale cualquier punto de la Alfalfa hacia la entrada", dice el director de Tejera. Quién sabe si algún año la Encarnación también será un buen sitio para ver cofradías.

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