El juzgado de Guardia de Sevilla acordó la puesta en libertad del joven detenido en la noche del pasado lunes por incendiar un paño de la mesa del altar de la capilla del Sagrario de la Basílica del Gran Poder. El detenido, al que se imputa un delito de daños, no podrá acercarse a menos de 300 metros de la basílica, de acuerdo con la medida acordada por la juez en el auto en el que decretó su puesta en libertad, según confirmaron fuentes judiciales.

El pirómano fue identificado gracias a las grabaciones de una cámara de seguridad instalada en el templo del Gran Poder, según confirmó ayer el hermano mayor de esta corporación, Félix Ríos, que llegó a la basílica instantes después de que se produjera el incidente y se cruzó con el ahora detenido. "Esta persona llegó diciendo que había ayudado a apagar el fuego, algo que es verdad que se ve en el vídeo, pero también se ve cómo primero prende fuego al paño y al minuto vuelve a ayudar a apagarlo", precisó el hermano mayor.

El máximo representante de la corporación añadió que, cuando se procedió al visionado de las imágenes, el sospechoso se puso nervioso y comenzó a decir que él no era "el que había provocado el fuego", sino que había ayudado a apagarlo.

Afortunadamente, explicó Félix Ríos, "el daño final ha sido leve, a pesar de que se trata de un paño antiguo". El hermano mayor apuntó igualmente que el sospechoso puede que no esté en plena posesión de sus facultades mentales, por lo que situó dentro de la normalidad la decisión del juzgado de acordar su libertad provisional.

El vídeo de seguridad, que sirvió para la plena identificación del pirómano, fue facilitado a la Policía Nacional e incorporado a la investigación judicial que ahora se ha abierto.

Antes de que se produjera este incendio en el Gran Poder, el detenido también se acercó el pasado domingo a la parroquia de San Lorenzo, donde al parecer estuvo en la función del Dulce Nombre y quiso "donar una medalla de la Marina a la Virgen y hacerse hermano", según indicaron fuentes próximas a la parroquia, donde le informaron de que en aquel momento se hallaba el obispo auxiliar, por lo que era mejor que se pasara el lunes. Al final no volvió a la parroquia y se presentó en la basílica del Gran Poder, donde cometió los hechos que condujeron a su arresto.

La actuación del pirómano ha provocado el rechazo de la Junta Superior del Consejo General de Hermandades y Cofradías de Sevilla, que ayer mostró su más "enérgica repulsa" por la acción del incendiario que en la tarde del lunes prendió fuego a enseres de la capilla del Sagrario. El Consejo destacó en un comunicado de prensa que "afortunadamente la pronta intervención de fieles y personal de la Hermandad evitó males mayores, por lo que damos gracias al Señor".

De la misma forma, mostró su solidaridad con la Hermandad del Gran Poder ante este "absurdo ataque de un individuo que desprecia el fervor que acoge este templo, al que acuden centenares de personas y devotos de múltiples lugares de España y del mundo, atraídos por las imágenes titulares, especialmente por el universal Señor del Gran Poder".

En la nota, el Consejo se pone a  disposición de la hermandad para "cuanto requiriese" de la institución cofradiera, pidiéndole al mismo tiempo al Señor que "aporte raciocinio al atacante y perdone esta acción que tanto daño ha podido provocar y que hiere el sentimiento espiritual de los miles de hermanos y fieles de Nuestro  Padre Jesús del Gran Poder".