DIRECTO Jueves Santo en Sevilla, en directo | Semana Santa 2024

El tiempo El tiempo en Sevilla para el Jueves Santo y la Madrugada

cómics

Infiltrados en Rusia

Varios de los personajes que aparecen en el cómic.

Varios de los personajes que aparecen en el cómic.

La recuperación del Escuadrón Suicida de John Ostrander y Luke McDonnell era una de las deudas pendientes del universo DC en España, y ECC se ha puesto al fin manos a la obra. Si en el primer volumen, Prueba de fuego, se nos detallaban los distintos equipos suicidas que habían precedido al Escuadrón, asistíamos a la presentación y reclutamiento de sus miembros y disfrutábamos con las primeras misiones de esta panda de inadaptados, el segundo volumen, La odisea de Nightshade, proporciona más madera y nos muestra las interacciones del grupo con otros pesos pesados de DC como Batman, la Liga de la Justicia o la Doom Patrol. El tomo ofrece los números 9 a 16 de Suicide Squad, más The Doom Patrol and Suicide Squad Special, el número 13 de Justice League International y el 28 de Secret Origins, todos de 1998, de modo que a Ostrander y McDonnell se suman puntualmente los guionistas Keith Giffen, J. M. DeMatteis, Paul Kupperberg y Robert Greenberger y los dibujantes Erik Larsen, Rob Liefeld y el propio Giffen.

Un viaje a Rusia para rescatar a un compañero que ha sido hecho prisionero fuerza el choque del Escuadrón con la Liga de la Justicia y los Red Rockets, y otro paseo, en este caso extradimensional, sirve para especular sobre la verdadera naturaleza de Nightshade. Con un guion sólido, apoyado sobre todo en el talento de Ostrander para caracterizar a los personajes y hacerlos interactuar, y los dibujos aparentemente poco llamativos, pero siempre funcionales, de McDonnell, Escuadrón Suicida es uno de los títulos más gozosos del renacimiento de DC posterior a Crisis en Tierras Infinitas. Es también el inicio de todo un subgénero en el que los protagonistas no son los héroes, sino los villanos que llevan a cabo misiones al límite de la moralidad (Secret Six y, en cierta medida, Thunderbolts continuaron esta misma senda). En cuanto a los artistas invitados, el trabajo de unos principiantes Larsen y Liefeld es del todo olvidable, pero la vista se recrea en las estilosas páginas de Giffen, que saben a poco.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios