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Cómics

¿Por qué tanto Odio?

  • La edición integral, y definitiva, de las peripecias del personaje creado por Peter Bagge llega a las librerías de la mano de ediciones La Cúpula

Una imagen de la obra.

Una imagen de la obra.

Somos muchos de nosotros, los lectores, que tenemos guardado en un lugar especial de nuestro corazoncito a Buddy Bradley, uno de esos personajes que reconoces al instante y que, con el paso de los años se ha convertido en icónico.

Pero, ¿quién demonios es este tipo? Nacido en el seno de una familia bastante desestructurada, Los Bradleys (de la que podéis seguir sus peripecias en la magnífica edición que recopila Mundo Idiota), Buddy es un joven al que le cuesta moverse del sofá (o cama), bebedor de cerveza y fumador de petas. Es la imagen que representa a gran parte de la juventud norteamericana de los años 90; nenes y nenas que habían crecido sin ningún tipo de problema, dentro del seno de una familia de clase media, con sus esqueletos en el armario, claro está, y que no pensaban para nada en el futuro.

En este primer volumen de Las crónicas de Odio, Buddy nos narra su periplo por la geografía de los Estados Unidos, en busca de un lugar donde aposentarse, y que finalmente será la ciudad de Seattle, centro neurálgico de aquella movida musical bautizada como grunge.

La principal característica que destaca en este cómic es la ironía, el descacharrante humor con el que se retrata a los diferentes personajes y situaciones con las que nos vamos a topar en los diferentes capítulos, que se centran sobre todo en dos temas: El ligoteo (a veces éste surge de la manera más inesperada, ya que Buddy no es lo que digamos un Don Juan) y ese término que podría ir estampado en una de las camisetas que los protas visten, "Buscarse la vida".

Tanto uno como el otro van a ser muy definitorios a la hora de retratar a Buddy, así como a esos personajes secundarios que le acompañan, ya que sin ellos, estas historias no serían lo que son.

El dramatis personae comienza con Leonard, al que todos conocen como Apestoso, amigo del alma (por decir algo) del melenudo protagonista. Un tipo al que le da igual todo y todos, con tal de llevar adelante sus planes, que suelen estar centrados en llevarse al catre a cuantas más chicas pueda, el consumo de alcohol y drogas de todo tipo a cascoporro, así como el tener una facilidad suprema para meterse (y con él a Buddy) en uno y mil follones, de los que casi nunca sale indemne… Una joya de tipo, vamos.

Valerie será la nueva novia de Buddy, una chica que a primera vista le va perfecta a su media naranja, ya que tiene un trabajo fijo, es atractiva, tiene estilo al vestir, entre alguna que otra virtud, como aguantar las barrabasadas en las que se va a meter su novio.

Pero claro, la perfección no existe, y esta chica esconde en su interior un celoso y violento carácter que surge en cuanto algo no le gusta, como ese supremo y cómico momento en el que Buddy se ve arrastrado a conocer a sus futuros suegros y la madre de Valerie le enseña la habitación de juventud de la muchacha, así como su colección de Barbies…

Lisa, que tuvo lo que podíamos llamar una relación con Buddy en el pasado y ahora es la compañera de piso de Valerie.

Podría utilizar un buen puñado de calificativos para definir a esta chica de pelo desmadejado, pero me limitaré a decir que "está mal". Su obsesión por todo lo que le rodea, una fragilidad psicológica enorme y un reverso oscuro, y la mar de violento, la van a llevar a protagonizar casi siempre junto al esquivo Buddy más de un momento desopilante.

Y para rematar este grupo tan especial, George Hamilton, un chico de color que ha hecho de su habitación (es compañero de piso de Buddy y Leonard) su fuerte, donde pasa las horas elaborando teorías que sólo él comprende, saliendo al salón tan solo para plantarse delante del televisor para ver series como Las chicas de oro, por nombrar a una…

Pues bien, todos estos personajes nos tienen reservadas mil y una historias, salpicadas con la mala baba de su creador Peter Bagge que, gracias a su talento para narrarlas, y un estilo gráfico (esos cuerpos que parecen hechos de goma tiene su copyright) super reconocible, se convirtió en el heredero natural de la movida del cómic underground en los Estados Unidos.

Otro detalle gráfico que hace único a sus trabajo es el papel, fundamental, que tienen las onomatopeyas en la narración, convirtiéndose en un elemento único y que, en la edición española han sido totalmente respetadas por Joan Mulero, que hace un trabajo de diez, así como el genial trabajo de traducción que realiza Hernán Migoya.Comienza aquí un viaje que va a durar cinco volúmenes, y en este primero acompañaremos a Buddy en su trabajo, del que sisa los libros que le interesa leer; una partida de billar que no terminará como él espera; una cena con Valerie que será de todo menos íntima; el regreso de un cambiado Butch, el hermanito de Buddy; conoceremos que fue de Babs, la otra hermana del protagonista , y como éste se convierte en manager de un grupo que, milagrosamente y careciendo totalmente de cualquier atisbo de talento, conseguirá un breve éxito…

Todo esto y mucho más encontrarás en el primer volumen de estas crónicas tan especiales y, como no podía ser de otra manera, vienen regadas con grandes cantidades de Odio.

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