A lo largo de los años hemos disfrutado de miles, cientos de historias protagonizadas por él. Por la calle, no es para nada raro cruzarnos con alguien que lleve una camiseta con esa 'S' tan distintiva. Como personaje de ficción ha trascendido al medio en el que nació y se ha convertido en un icono.

¿Quién no conoce a Superman?

Sobrevuela los cielos como una bala; posee una fuerza asombrosa, casi capaz de separar mares; de sus ojos puede surgir un fuego que rivaliza con el del mismísimo Infierno y su aliento gélido es comparable al del hielo antártico…

Él es un superhombre que ha salvado a la humanidad en incontables ocasiones. Pero, ¿qué hay del hombre tras el traje azul y rojo?

En Superman: Las cuatro estaciones, como si nos metiéramos de cabeza en una de las maravillosas ilustraciones firmadas por ese genio llamado Norman Rockwell, vamos a viajar a un pueblecito de agricultores sito en Kansas, Smallville, y allí conoceremos a los Kent, pareja de avanzada edad que trabajan con tesón en su granja y cuyo hijo Clark es su más preciado tesoro.

A lo largo de los años, desde que el joven llegó a sus vidas como un bebé, le han contagiado su filosofía, una manera de pensar extremadamente sencilla, en la que el precepto numero uno podría ser “Ayuda a los demás cómo quisieras que te ayudaran a ti”.

Y claro, Clark lo ha seguido al pie de la letra. Tanto, que se ha ganado el respeto y la simpatía de todos los habitantes del lugar, por lo que se le suele ver paseando con sus mejores amigos, Peter Ross, un chico algo bocazas, pero con buen corazón y grandes planes de futuro, y Lana Lang, una belleza pelirroja con la que Clark comparte todas y una de sus preocupaciones, y casi todos sus secretos. Casi todos…

Porque sí, os obvio que a estas alturas no os voy a descubrir que tras ese corpachón de granjero se esconde el poder casi absoluto de un ser que vino de más allá de las estrellas, y que con el tiempo se convertirá en el adalid de la humanidad cuando se traslade a la enorme urbe llamada Metrópolis.

Pero como podéis imaginar, esta es la historia del hombre, no del superhombre, por lo que conoceremos alguna que otra faceta de Clark que hasta ahora no había sido plasmada en el papel. Sobre todo su carácter dubitativo a la hora, en primer lugar, de utilizar su potencial al cien por cien, y una vez que lo hace el despedirse sin mirar atrás de ese lugar al que tanto ama y en el que hubiera preferido quedarse para siempre y formar una familia con Lana.

Pero como alguien dijo una vez, un gran poder conlleva una gran responsabilidad, y es por ello que oculto tras una gafas y un traje de chaqueta, el joven da el salto a la gran ciudad, y allí se labrará una carrera como avezado periodista que siempre está en los lugares donde su más directa competidora, la perspicaz Lois Lane, no consigue llegar.

Pero claro, cuando se despoja de sus gafas la cosa cambia y, surcando los cielos, libra a Metrópolis a las constantes amenazas a la que está expuesta, ya sea una banda de atracadores, un niño que cae desde una ventana o los maquiavélicos y oscuros planes del que ha sido hasta ahora el mayor benefactor del lugar, el alopécico Lex Luthor, que se retuerce de celos ante la atención que llama el superhéroe, oscureciendo al millonario, por lo que en su mente bullirá un malvado plan para quitar de en medio a Superman…

Jeph Loeb, guionista de larga y exitosa carrera en os cómics antes de dedicarse a tareas en el medio catódico, vuelca todo su ingenio en esta historia, plagada de sentimiento, y junto al que considero uno de los mejores trabajos del ilustrador Tim Sale, logran una historia que no por haber sido contada más de mil veces es menos original con esa nueva visión que los autores aportan sobre la vida del personaje. Esos primeros años, coloreados con maestría por un trío de ases, Bjarne Hansen, José Villarubia y Mark Chiarello.

A lo largo de la lectura de este cómic os vais a encontrar con multitud de impresionantes páginas dobles que, personalmente, enmarcaría sin pensármelo dos veces, ya que son la belleza gráfica personificada.

Narrada a lo largo de cuatro estaciones por diferentes voces (Jonathan Kent, Lois Lane, Lex Luthor y Lana Lang) os aseguro que este retrato de Superman no os dejará indiferentes. Como tampoco lo harán las tres historias cortas que complementan al relato largo y se incluyen en esta nueva edición que ECC lleva a las librerías. En una de ellas (La historia de Sam) Jeph Loeb hace un sentido homenaje al que fue su hijo, arrebatado de su lado por la maldita enfermedad.

Como ya os decía, el poder hace al superhombre; el sentimiento, al hombre. Y Clark Kent es, ante todo, un hombre.