Las ponen en ración generosa. La de la foto es media ración y sale por 8 euros. Se ponen hasta arriba de cabrillas dos personas perfectamente. Para acompañarlas ponen el famoso pan de Lebrija. Lo traen del Horno de Santa Teresa o del de Santa Luisa y es fundamental para rendir homenaje a la monumental salsa que acompaña a las cabrillas. Para mejor comparar probamos las dos fórmulas: las que ponen en tomate y las que ponen en salsa. Aunque las dos están espectaculares me quedo con la versión “salsa”, una cremosidad realizada con tomate, pimientos y un poquito de almendras, además de las especias cuya mezcla preparan ellos mismos.

La fórmula la creó Manuela Ramirez Cordero, la madre de los actuales gerentes, los hermanos José y Miguel Angel Sánchez Ramirez. Luego fue la hermana de ambos Sebastiana, la que hizo el guiso hasta que murió hace 4 años. Ahora es María Ruiz Romero la que lo prepara. Las tienen todo el año debido a la demanda de la gente. Además se pueden comer a cualquier hora porque el bar Miano tiene la cocina permanentemente abierta en su horario de apertura.

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