SU consolidación en el primer equipo ha sido una de las mejores noticias del año para el Betis. Tras demostrar su valía en el filial, a Mel no le tembló el pulso para hacer debutar al medio centro vasco con el primer equipo. Y lo hizo en los últimos 20 minutos del estreno de la temporada, en casa, ante el Granada. Tiempo suficiente para demostrar sus dotes como organizador. Sin embargo, no fue hasta la eliminatoria en Copa frente al Salamanca cuando destapó el tarro de las esencias, llevando la manija del juego, en todo momento, y demostrando su técnica en el golpeo del balón con un soberbio gol que sirvió para igualar una eliminatoria que se había complicado. Tampoco debe pasar por alto el tanto de falta directa que le hizo al Elche, en el Martínez Valero, recordando al mejor Assunçao.