Copa del Rey

estreno andaluz en primera

  • Pioneros. Ignacio Sánchez Mejías presidió un Betis que ascendió con hombres como Peral, Aranda, García de la Puerta y Timimi

BAJO el amparo de Ignacio Sánchez Mejías en la presidencia, y con el mismo equipo prácticamente que el año anterior, el Betis afrontó la campaña 31-32 con el objetivo de conseguir el ascenso a Primera División. Éste se produjo, oficialmente, el 27 de marzo de 1932 en Vigo, jugando contra el Celta en la penúltima jornada de liga. El conjunto verdiblanco empató (1-1) con gol de Soladrero y, en el vestuario, la plantilla recibió un telegrama, desde Gijón, del mítico delantero del Sporting Ramón Herrera El sabio, que anunció la victoria de su equipo ante el Oviedo, rival directo de los béticos en la lucha por ascender. Aquel telegrama decía: "Ganamos 1-0. Viva el Betis. Herrera".

El 3 de abril de 1932 se produjo el homenaje a los campeones en el estadio del Patronato. Era la última jornada de Liga y enfrente estuvo el Deportivo de la Coruña, al que los heliopolitanos vencieron con solvencia por 3-1, subiendo como campeones. El compromiso se vivió en clima de alegría, ya que el Betis se convirtió en el primer equipo de Sevilla y de Andalucía en jugar en la máxima categoría del fútbol español.

el bloque de sempere

Al frente del equipo siguió Emilio Sampere (1930-32) y la plantilla era la misma de la campaña anterior, con la única inclusión del interior Mariano García de la Puerta, un jugador genial que fue una fuente continua de anécdotas. Una de ellas ocurrió en un partido lejos de Heliópolis. El técnico de los verdiblancos había citado a sus jugadores a las dos de la tarde para comenzar el viaje, pero antes de que el camión se pusiera en marcha, comprobó que García de la Puerta no estaba en la expedición. Entonces, Andrés Aranda, líder del equipo, fue a buscarlo a la calle Arfe, donde lo encontró jugando un partido con un grupo de niños.

Además de la figura de Aranda, no pueden pasarse por alto jugadores como Adolfito, Timimi, otra leyenda verdiblanca, Soladrero y el cancerbero Jesús, conocido como Manos Duras. Precisamente, uno de los hechos que más se recuerdan de aquella época tuvo como protagonista al guardameta bético y al delantero centro del Sevilla Campanal. El fornido futbolista de los blanquirrojos, en un lance del derbi disputado en Nervión, entró con excesiva fuerza al portero, que le dio una sonora bofetada. Eso provocó una batalla campal en las gradas y un enorme endurecimiento sobre el césped.

Al acabar el campeonato, el Betis sumó 25 puntos, cosechando 10 victorias, cinco empates y tres derrotas, con 40 goles a favor y 30 en contra. Media Sevilla festejó la gesta del equipo de La Palmera, que fue recibido en el Ayuntamiento por el alcalde, José González Fernández de la Bandera, quien tuvo palabras de agradecimiento por haber situado al fútbol sevillano en la élite del panorama futbolístico español. La expectación que este logro creó entre los béticos fue impresionante, pues tuvieron la ocasión, en el siguiente torneo liguero, de ver en el Patronato a equipos de la talla de Barcelona, Real Madrid o Athletic, quienes por entonces ya brillaban en Primera División, donde llegó el Betis con la ilusión de hacerse un hueco entre los más grandes.

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