Copa del Rey

mel trae el octavo

  • Protagonista. El actual técnico del Betis fue clave en el ascenso al marcar 23 goles en un equipo que reaccionó tras la salida de Corbacho y la llegada de Cardeñosa

EL octavo ascenso del Betis se produjo en casa en una soleada tarde en el Benito Villamarín frente al Sabadell. Al conjunto verdiblanco le bastó con empatar (1-1) ante los arlequinados para ascender, tras la derrota del Deportivo (3-1), rival directo, frente al Xerez de Manolo Cardo en el antiguo estadio Domecq. Mel adelantó a los suyos, en el minuto 19, al cazar un rechazo del meta Albarrán después de un potente disparo de Miguel Ángel II, que había realizado una gran jugada personal desde el centro del campo. Además, las noticias, desde tierras jerezanas eran muy positivas. Sin embargo, en la segunda mitad, el tanto de Campuzano, en el 74, metió el miedo en el cuerpo a la parroquia verdiblanca, que sólo pudo respirar tranquila al escuchar cómo el cuadro jerezano encarrilaba el choque ante los coruñeses.

Con el pitido final del colegiado madrileño Jiménez Muñoz de Morales y la conclusión del choque de Jerez, la afición del Villamarín estalló de alegría ante el objetivo logrado por una plantilla cuyo baluarte principal fue el hoy entrenador del Betis, Pepe Mel. Sus 23 goles fueron clave para conseguir un ascenso que se complicó avanzada la segunda vuelta y que obligó a la directiva presidida por Hugo Galera Davidson a destituir a Juan Corbacho, sentándose en el banquillo un ídolo del beticismo, Julio Cardeñosa, quien logró enderezar la situación y devolver al club de La Palmera a Primera División.

Como curiosidad, no debe pasarse por alto la llamada de Mel, Ureña y el Puma Rodríguez a Pumpido, concentrado con su selección para el Mundial de Italia 90, para comunicarle por teléfono que el equipo había alcanzado la meta.

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