Copa del Rey

Del olvido a la consolidación

  • El trabajo llevó del ostracismo a Primera a Casto, que fue el portero del ascenso

NO contaban con él. Incluso dudó si irse en el mercado invernal viendo que su futuro en verdiblanco pintaba negro y, sin embargo, se ha convertido en el portero del ascenso. Rápido en las salidas, Casto ha salvado más de uno y dos puntos a este Betis desde que en la jornada 25, en Valladolid y después de cuatro derrotas consecutivas, Mel apostó por él en detrimento de un Goitia que quitaba más que daba. Desde que subió del filial nadie ha apostado de verdad por el pacense, que estaba loco por quitarse esa espinita de una vez. Y este año se la ha sacado entera, ya que en el renacer verdiblanco tras los cinco tropiezos seguidos su papel ha sido tan estelar como el de cualquiera, como el de un delantero, ya que los goles salvados valen tanto como los anotados.

A Casto se le achacaba cierta falta de seguridad por arriba que, en este año, ha quedado olvidada. El guardameta ha madurado a la sombra y ahora está hecho para ser el portero del Betis de Primera División, tras una difícil temporada en la que pasó momentos duros viendo cómo Mel, incluso, contaba antes con Razak. Todo es pasado ya. Se ganó un sitio con trabajo y sobre el césped no defraudó la confianza que el técnico depositó en él en el momento más difícil del curso. Superó el reto con notable alto y el ascenso del Betis. El sobresaliente llegó con el nacimiento de su hijo.

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